La clave

Podemos, la opción sin rostro

JUANCHO DUMALL

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Una vez terminada la asamblea de Podemos (no en el madrileño pabellón de Vistalegre, sino en la red, con 170.000 participantes potenciales en los debates) y aclarado el liderazgo y el modelo organizativo, la formación de Pablo Iglesias tiene el enorme reto de afrontar un posible adelanto electoral en Catalunya. La duda razonable es si Podemos/Podem está preparado como partido para hacer frente a unas elecciones tan especiales, por su componente plebiscitario, como las que planean en el horizonte catalán.

Podemos es, ante todo, una fuerza emergente que solo ha competido, con enorme éxito, eso sí, en las europeas. Tiene dirigentes -como el propio Iglesias, pero también como ErrejónBescansaMonederoEchenique- que se han hecho una potente imagen pública por su notable presencia en las televisiones privadas, pero carecen de un rostro lo suficientemente conocido en Catalunya como para ejercer con garantías de cabeza de cartel en una hipotética campaña este invierno. El fiscal Jiménez Villarejo ha colaborado con el nuevo proyecto pero ha renunciado, con acierto, al protagonismo. La duda es si de las plataformas ciudadanas que conforman el conglomerado de Podem emergerá un rostro con tirón electoral.

DEMOCRACIA MEDIÁTICA

Los jóvenes politólogos que están al frente de Podemos saben que para triunfar en una democracia moderna y, por tanto, mediática, debe conjugarse una buena marca -ellos la tienen- con una organización eficiente -están en ello- y con dirigentes con atractivo. Ese es su talón de Aquiles en Catalunya. Apoyan para el Ayuntamiento de Barcelona a una candidata idónea, Ada Colau (Guanyem), curtida en la trinchera de la lucha contra los desahucios y fogueada en los medios. Pero solo son una prometedora lista sin rostros para ocupar los escaños del Parlament. Su programa de regeneración radical del sistema y de implacable crítica a la llamada casta se encuentra con otros dos problemas en Catalunya: la competencia de la CUP -otra marca de éxito- y el atosigante debate del independentismo, fuera del cual parece no haber vida inteligente.