Plebiscitarias: manual de instrucciones

Para hacer balance y prospectiva sobre el devenir del llamado proceso soberanista, nada mejor que repasar algunos hitos de su fulgurante cronología.

13 de marzo del 2013. El 77% de los diputados del Parlament --CiU, Esquerra, PSC e ICV-- aprueban entablar una negociación con el Estado para «posibilitar la celebración de una consulta a la ciudadanía catalana para decidir sobre su futuro».

12 de diciembre del 2013. Artur Mas anuncia la fecha y preguntas de esa consulta, no acordada con el Estado pero sí entre cuatro grupos --CiU, ERC, Iniciativa y la CUP-- que suman 87 diputados, el 64% de la Cámara.

9 de noviembre del 2014. El «proceso participativo» alternativo a la suspendida consulta contabiliza una participación del 36% del censo. De los 2,3 millones de votos emitidos, 1,8 apoyan la independencia.

14 de enero del 2015. Mas anuncia elecciones para el 27 de septiembre con el propósito, pactado con Oriol Junqueras y las entidades soberanistas, de negociar en estos ocho meses de precampaña una «hoja de ruta» hacia la independencia y edificar desde el Parlament las «estructuras de Estado» imprescindibles para hacerla posible. CiU y ERC suman 72 escaños, el 53% del Parlament.

Tras dos meses de presiones, filtraciones y pullas mutuas por las que ambos hacen bien en pedir disculpas, Mas y Junqueras han logrado evitar la implosión del diezmado frente soberanista concediéndose una tregua en la que, formalmente, no hay vencedores ni vencidos. Pero si en verdad están decididos a legitimar en las urnas su apuesta secesionista, harían bien en analizar las cifras antes desgranadas --también las del 9-N--, porque atestiguan que cuanto más pisan el acelerador de la independencia, más se estrecha el apoyo político a la causa.

«Mayoría social amplia»

En su programa electoral, CiU proponía «construir una mayoría social amplia para que Catalunya pueda tener un estado propio». ¿Cuán amplia debería ser esa mayoría independentista el 27-S? ¿Basta con el 48% de los votos, que ya sumaron CiU, ERC y la CUP en el 2012? Si Mas aún concibe esas elecciones como «plebiscitarias», urge un manual de instrucciones.