De Pisa a Amalfi...

Artículo 390. Esta semana he estado en Pisa. Me ha entusiasmado ver cómo la gente se hace fotografías aguantando con las manos la famosa torre torcida. Si te olvidas de que se hacen fotos con la torre, realmente parecen un montón de humanos estáticos haciendo taichí. Ha sido un espectáculo bello que me recordó al de Ginebra, donde la gente está con la boca abierta intentando simular que toda el agua de las fuentes brota de su boca... Y todo esto lo quiero relacionar con un hombre de 90 años que tuve al lado dos días después, en un recorrido en barco de Salerno a Amalfi. Y me contó que... Bueno, casi os lo cuento después de lo mejor de mi semana.

Tercer puesto. La partida (Teatre Romea). Estupenda obra y magníficas interpretaciones. Me quedo con la majestuosa composición del maestro Andreu Benito. ¡Excelso!

Segundo lugar. La gatta, de Gino Paoli. Conocer a este genio le añadió un color particular a cada nota y a cada silbido de esta increíble canción con magia irrepetible.

Primera posición. Festival de cine de Giffoni, en Italia. Unas increíbles colonias para jóvenes de todo el mundo pero que en lugar de hacer deporte, ven cine y disfrutan de fotogramas las 24 horas del día. Absolutamente irrepetible la felicidad de todos los participantes...

Y volviendo al hombre de 90 años, me contó que no era turista y que hacía cada día ese recorrido en barca a las 14.30, que era la hora en la que nunca había casi nadie porque todos estaban comiendo y sentía que aquel barco era su yate privado... Me explicó que en un barco la gente casi no molesta, se entretienen como locos haciendo fotos que seguramente nunca imprimirán y acostumbran a ser más amables que en tierra, y hasta se saludan de barco a barco...

Y justo pasó un barco y todos los humanos se saludaron entre embarcaciones  como si les fuera la vida, cuando en tierra se ignorarían... El hombre sonrió y saludó de una forma única y descubrí que había conocido a alguien que sabía cómo vivir... ¡Feliz domingo!