Emprendedores silenciosos

Es obligada una visita al clúster de empresas digitales Pier 01 Tech City si se quiere tomar el pulso emprendedor

OLGA GRAU

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La política está en el foco mediático: los rifirafes entre ERC y Convergència, el plante de la CUP a los presupuestos, las tensión casi física entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, el sorpasso que planea el recien ungido socialdemocráta Pablo Iglesias al PSOE, el satélite libre de Ciudadanos y el primer año de balance del mandato Ada Colau. En segundo plano, el mundo económico representado por las grandes firmas del Ibex 35, ese índice que si se le restaran las constructoras, los exmonopolios y los bancos se reduciría a la iniciativa emprendedora de Inditex, Grífols y algunas pocas más. Nada que ver con el Dow Jones, el Nasdaq o el Footsie. Y junto a las grandes empresas cotizadas, el establishment representado por las patronales CEOE y Foment y sus interlocutores sindicales. Lejos del foco, sin hacer ruido, están las pequeñas y medianas empresas, que son el 90% del tejido empresarial del país, las que crean empleo.

Y más en la sombra, más alejados todavía del centro de atención de todas las campañas políticas, se encuentran los emprendedores. No los falsos autónomos que se ha inventado Mariano Rajoy, si no los que crean negocios punteros. Un ejemplo de este fenómeno silencioso se puede ver en el Pla de Palau de Barcelona, una visita cada obligada para ver otra realidad que funciona a pesar de la política. Allí se acaba de inaugurar (todavía hay emprendedores trasladando cajas) el llamado Pier 01 Tech City, el edificio de referencia para el ecosistema de emprendedores catalán con 10.000 metros cuadrados de empresas del sector y aceleradoras.

Estas instalaciones albergarán 70 empresas de comercio electrónico y del sector digital en las que trabajan más de 1.000 trabajadores. La paradoja es que hay demanda para llenar un espacio similar porque muchas se han quedado sin poder acceder a este espacio (podría haber un Pier 02). El proyecto ha sido posible gracias a la Barcelona Tech City, el clúster de empresas digitales y del comercio electrónico y a la visión de su presidente, Miguel Vicente (Wallapop, Letsbonus). Él explica que la capital catalana genera en estos momentos más proyectos digitales que Londres y está en el punto de mira de los inversores. El edificio de arquitectura clásica portuaria del siglo XIX, construido entre 1880 y 1890 para acoger los antiguos almacenes generales de comercio, vacío desde hacía más de tres años, se ha convertido en uno de los polos digitales más potente de Europa (y al lado del mar) gracias a un acuerdo entre el Port de Barcelona, el Govern y el Ayuntamiento. Sin hacer ruido, no fuera que se llegara a un desacuerdo.