La CE pide ajustes a España

La evaluación final de la Comisión Europea (CE)  del proyecto de presupuestos del 2016 y el cumplimiento de los de este año no ha tenido el tono duro empleado hace una semana por el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, pero tampoco ha dado el visto bueno a las cifras estimadas por el Gobierno español. Con la inusual presentación de unos presupuestos muy optimistas para el 2016 en pleno septiembre, el Gobierno de Rajoy iniciaba su precampaña electoral. Lo que ocurre, sin embargo, es que Bruselas se mira las cuentas de una manera más fría, sin urnas por delante.

En los números de este año, dice la CE, hay un peligro de desviación del déficit de tres décimas (del 4,2% al 4,5%), por una optimista previsión de crecimiento de España. Pero donde los comisarios ven el peligro más notorio es en las cuentas del año que viene. Con la incertidumbre de la economía mundial, la CE ve «optimista» el proyecto español y, por tanto, duda de que se cumpla el objetivo de déficit del 2016. Si para este año la estimación de desvío es de tres décimas, para el siguiente puede ser de siete (3,5% frente al 2,8%). La diferencia de un punto de PIB en dos años nos es baladí porque supone unos 10.000 millones. Bruselas llama al Gobierno actual a «ajustar» sus previsiones, y al que salga de las urnas en diciembre a «actualizar» las cifras cuando se conozcan las de autonomías y ayuntamientos. En resumen, el panorama idílico que pintaba Rajoy no ha pasado la prueba del algodón.