Perú vota populismo

Perú vive un crecimiento económico espectacular, por encima del 5% en los últimos cinco años -concretamente del 7,7% en el 2010-, y ha podido reducir del 48,6% al 34,3% el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza. Con estos datos puede parecer chocante que los peruanos hayan dado su voto mayoritario a dos populistas como Ollanta Humala y Keiko Fujimori, los candidatos a la presidencia que disputarán la segunda vuelta. Sin embargo, la asepsia de aquellas cifras esconde la razón de esta inclinación de los peruanos hacia unos candidatos que representan la antipolítica. Lo que no dicen los números es que la mala distribución de la riqueza generada ha agudizado las desigualdades sociales hasta el punto de que el Banco Mundial advirtió al Gobierno de la necesidad de poner en marcha políticas públicas que permitan un reparto más equitativo.

La frustración de los sectores de la población que no han tenido acceso a la prosperidad de los últimos años es la que alimenta las candidaturas populistas y nacionalistas de Humala y Fujimori. Ambas llevan el sello del rechazo a los políticos que marcaron el camino del cambio, como son los perdedores Pedro P. Kuczynski y Alejandro Toledo, y el desprestigio de quien activó las políticas que han llevado al éxito a la economía peruana, el presidente saliente Alan García. Humala, el candidato con más posibilidades cara al 5 de junio próximo, hace bien en aceptar consejos del expresidente brasileño Lula da Silva y en alejarse del presidente venezolano Hugo Chávez.