Las elecciones del 27-S

La perspectiva literaria

El proceso soberanista ha propiciado un 'boom' de novelas de historia ficción sobre Catalunya

ALBERT BRANCHADELL

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Una vez convocadas las elecciones del 27-S, ya podemos especular oficialmente sobre cuál será el resultado y qué consecuencias tendrá. Sin perjuicio de las encuestas, en este periodo veraniego una fuente de inspiración alternativa son las novelas de historia ficción que han aparecido dentro del boom de la literatura independentista. Dediquemos unos minutos de agosto a comparar los pronósticos sobre la proclamación de la independencia de Patrícia Gabancho (Crònica de la independència), Jordi Cussà (A reveure, Espanya!) y Santi Baró (Tres en ratlla).

Para empezar, es conveniente señalar que ninguna de estas tres novelas pronostica unas elecciones plebiscitarias con una candidatura unitaria. Según Patrícia Gabancho, en las elecciones previas a la independencia CiU (con U) y ERC se presentan por separado, sin hoja de ruta común. (La lista de CiU no la encabeza Artur Mas, quemado por lo del Estatut, sino Miquel Roca Junyent, cuyo único parecido con Raül Romeva es la primera sílaba del apellido.) Según Jordi Cussà, CDC se presenta en solitario (sin Unió), liderada por Jordi Tornbalbou, ERC no parece existir como tal y lo que hay es una coalición formada por el Bloc dels Socialistes Sobiranistes (escindido del PSC) y la Plataforma Socialista Independentista de Catalunya (escindida de ICV), que encabeza Antoni Trescalls. Ambos forman un gobierno de concentración presidido por Blanca Martorell, una ex de ERC. Menos imaginativo, Santi Baró sugiere un Partit Nacionalista dirigido por Frederic Cardús, que no se presenta con un mensaje independentista y se alza con la presidencia, y un Partit Independentista liderado por Xavier Raurell, que desafía al primero con una propuesta de declaración unilateral. El único detalle en que aciertan dos de las tres novelas es el carácter anticipado de las elecciones previas a la independencia.

Lo de no prever elecciones plebiscitarias no es ningún inconveniente, porque las tres novelas describen la aprobación parlamentaria de una declaración unilateral de independencia. En el caso de Patrícia Gabancho, todo responde a un giro inesperado. Como explica el historiador Nil Pérez Cortada, «van ser dos dies: pim, pam. Res d'estudiem-ho, res d'anem a preguntar. Pim, pam». En la histórica votación del 25 de mayo del 2010, la DUI queda aprobada por 83 votos a favor y 52 en contra. Gabancho nos da el detalle de cada bloque. En el , tenemos 51 diputados de CiU, 18 de ERC, 6 de la CUP y 4 del PSC (soberanistas escindidos del antiguo PSC-PSOE), además de 4 de una ICV que se parten ante la votación; en el no, tenemos 37 diputados del PSOC-PSOE (la parte españolista del antiguo PSC), 11 del PP, 2 de Ciutadans y 2 de ICV. (Naturalmente, aquí habría mucho que decir sobre el reparto de escaños de Gabancho, que no resiste la comparación con los sondeos previos al 27-S.)

En la novela de Jordi Cussà no se da tanto detalle. Solo sabemos que el 23 de abril del 2018 el 82%  de los parlamentarios votan a favor de la declaración. La fuerza respectiva de cada bloque es difícil de calibrar: la única información disponible es que CDC y el bloque BSoS-PSIC empatan en las elecciones con un 25% de los votos cada uno. En el caso de Santi Baró, sabemos que el Partit Nacionalista y el Partit Independentista disponen de una amplia mayoría, y el resultado de la votación del día de Corpus del 2012 es 90 a favor (presumiblemente la suma de PN y PI), 31 en contra y 14 abstenciones (aquí están el partido conservador y el partido socialista, pero no queda claro quién se abstiene y quién vota en contra).

Antes de resumir resultados, un par de detalles más. De las tres novelas, la de Gabancho es la única que prevé un referéndum. Tras la votación de la DUI, el Gobierno español suspende la autonomía catalana, pero ante la claridad del resultado la comunidad internacional presiona para que se negocie y el resultado es la celebración de un referéndum que se lleva el  con el 64% de los votos. En el caso de Cussà hay una previsión de referéndum que no se llega a celebrar; un factor que ayuda a encarrilar las cosas es que la Catalunya independiente no es una república sino una monarquía encabezada por… Felipe VI. Y en el caso de Santi Baró es difícil saber si habrá referéndum, porque el relato se ciñe a las 24 horas del día en que se aprueba la DUI.

Vamos, pues, a la porra estival. Según Gabancho, la DUI sale con 83 votos a favor (el 61% de los diputados); según Baró, con 90 diputados (el 67%), y según Cussà, con 111 diputados (el 82%). En los tres casos existe una mayoría absoluta de diputados independentistas y la media de votos a favor de la DUI se sitúa en 95 diputados (el 70% de la Cámara). Ahora solo cabe esperar al 27-S y recordar estos pronósticos el día que se celebre, si se celebra, la votación de verdad.