La perplejidad de González y Lama

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Por su carácter, por su manera de ser, por el estilo que tiene de expresarse, por su espontaneidad, por lo lanzado que es para sus cosas, Poli Rincón fue mucho más duro, durísimo, en su manera de justificar la patada de Isco a Isco Neymar que el señorial, el correcto, el madridista Manolo Sanchís.

Cierto, los dos fueron muy, muy, contundentes -yo diría que desagradablemente contundentes, diría que innecesariamente contundentes-, en el momento de justificar que la estrella brasileña del Barça se merecía esa patada y casi, casi, alguna más. O haberla sufrida con anterioridad.

La contundencia, el desparpajo, con el que tanto Sanchís como Rincón justificaron esa inexplicable y, sobre todo, injusta y a destiempo agresión, solo fue comparable a la perplejidad y también, también, contundencia con la que tanto Paco González como Manolo Lama intentaron mostrar su perplejidad por lo que estaban oyendo y, muy, muy especialmente por los argumentos que utilizaban los dos conocidos, populares y laureados exfutbolistas internacionales.

González y Lama trataron de crear un clima propicio para que sus colaboradores se diesen cuenta de la barbaridad que estaban diciendo y, en ningún momento, lo consiguieron hasta el extremo de que González, director del programa y de Deportes de la COPE, cambió de tercio con un lacónico y contundente “bueno, hablemos de otra cosa porque ya veo que sobre este punto no nos pondremos de acuerdo”.

La perplejidad de Lama fue tal que Rincón se vio en la necesidad de decirle algo así, bueno, algo así, no, se lo dijo: “No sé qué parte de lo que te está diciendo Manolo Sanchís no entiendes Manolo, ¡que yo también le hubiese metido esa patada!” Porque, según los exfutbolistas, existe un código dentro del campo que no se puede traspasar y del que, según ellos, Neymar había hecho caso omiso. Bueno, 'Ney' y el propio Cristiano Ronaldo que, diez minutos después, trató de marear a 'bicicletas' a Piqué en el borde del área, ya con 3-0 en el marcador. Como hace siempre porque CR7 juega así.

TEMAS