Pedid perdón

Muy bien. Preparemos los fastos. Ya se divisa a Rajoy como presidente. Celebrémoslo, hermanos de izquierdas, mil gracias por habernos conducido hasta aquí. Ahorraos la palabrería. Ahorraos las descalificaciones y las excusas. No insultéis más nuestra inteligencia, nuestras esperanzas ya las habéis dinamitado. Habéis sumado demasiados fracasos para disimularlos. Habéis arrojado demasiados escupitajos sobre los damnificados, sobre las víctimas de los que ahora volverán a gobernar.

El PSOE se debate entre arrodillarse ante el PP o añadir a la genuflexión una purga de los suyos. Podemos se pregunta cuál debe ser su hábitat para ejercer la oposición: calle o hemiciclo. Y ambos dilemas no dejan de ser una muestra de la constante obsesión de la izquierda por mirarse al espejo.

SINÓNIMO DE FRACASO

En un país que expulsa a sus jóvenes, donde la hucha de las <strong>pensiones</strong> mengua sin remedio, donde la <strong>deuda</strong> nos atenaza y amenaza con ahogarnos, donde los escasos empleos no son sinónimo de bienestar y la ciencia y la cultura agonizan, la izquierda solo puede estar allí donde es útil a los que padecen. Es decir, en todas partes. Más allá de la utilidad, todo es imagen. Si confunde sus enemigos o no encuentra dónde servir a las víctimas, se convierte en nada. Apenas un poco de aire que alimenta la levedad de pensamiento en la que estamos instalados. El próximo debate de investidura es vuestro fracaso. El de muchos. Al menos, pedid perdón.

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