LA CORTINA DE HUMO

¿Paz? y tregua

TONI AIRA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuesta imaginar cómo aguantará la legislatura catalana mucho más allá del 9-N, a pesar de que el presidente Artur Mas y CiU, a fecha de hoy, no tienen descartado en absoluto seguir adelante e intentar agotar mandato si no hay acuerdo por una lista unitaria cara a unas elecciones plebiscitarias. Tienen claro eso, también que Mas tiene que encabezarla, pero poca cosa más. El patio político catalán se mueve bastante en este terreno de la incertidumbre, en verlas venir, y de ahí por ejemplo que su equipo haya decidido que el presidente no haga campaña activa para la consulta alternativa del 9-N.

Al final, así, veremos un Mas que como presidente ha puesto el cuello por el 9-N pero que no hará campaña explícita, y a un Oriol Junqueras que ya lo está haciendo por una consulta que no quería que fuera como ha acabado siendo. ¿El mundo al revés? No, básicamente un querer salirse del marco (del 'frame', como diría George Lakoff) que los dos tenían en los últimos tiempos clavado encima y que les condicionaba demasiado la perspectiva de futuro.

El presidente de Esquerra corría el riesgo de proyectarse como un líder intransigente que no se hacía a una consulta que, a pesar de todo, incluso la CUP asumía como mal menor. Corría el riesgo de proyectar demasiado cálculo electoral. Finalmente, redirección del tiro e implicación con la campaña del 9-N, destinando a ello buena parte de los recursos previstos para la consulta inicial, y aprovechando el material de campaña elaborado por la agencia de publicidad BUM (Blasi, Urgell y Morales), que desde el 2012 les prepara material electoral como por ejemplo el espot 'Vull ser lliure!', con canción de autor escocés compuesta para la ocasión.

¿Y Convergència? Su relato de los últimos tiempos parecía predestinar que no podía ir sola mucho más allá del 9-N. Ahora, ante una fórmula de consulta en la que asumen que tienen "poco que ganar y mucho que perder", según admite más de un dirigente del partido, dejan la puerta abierta a un presidente a quien no quieren ver obligado a tener que convocar unas elecciones anticipadas de resultado muy incierto. Todo ello queda bastante poco estético, sí, pero en CiU lo atribuyen a las incógnitas que proyecta el momento presente y el futuro inmediato: "Según el resultado del 9-N, el día después puede pasar una cosa u otra", dice con un punto de misterio un joven del 'sottogoverno' desde la plaza de Sant Jaume. Y añade: "¿Podremos aguantar la presión si queremos agotar la legislatura? Seguramente no, pero tampoco tenemos por qué hacer todo lo que dice ERC". En paralelo, uno de los hombres de Junqueras asegura que no se dejarán "presionar más por los convergentes". Y así van tirando. De momento, con tregua. En absoluto en paz.