ACTUALIDAD AZULGRANA

El hombre y el niño

Paulinho celebra el gol que dio la victoria al Barça en Getafe.

Paulinho celebra el gol que dio la victoria al Barça en Getafe. / periodico

Albert Guasch

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Dicen quienes conocen el vestuario del Barça que con Paulinho el club azulgrana ha fichado a un hombre. Como Luis Suárez en su día. En un hábitat, el del fútbol, propenso a las veleidades y los carácteres volubles, el mediocampista brasileño es contemplado como alguien sólido y maduro, con personalidad, visiblemente agradecido de retornar al fútbol occidental y encima por la suntuosa puerta azulgrana.

A finales de la pasada temporada, a algunos jugadores del equipo se les notificó el interés por Paulinho, que se fijaran en los partidos internacionales que se avecinaban, a ver qué tal. El 'feed back' fue notablemente positivo. En Getafe, con su irrupción desde atrás, empezó a retornar la fe contra corriente depositada en él. Son 29 años y 40 millones de euros, datos para las dudas razonables. Pero con actuaciones como la del sábado es como se reivindica un futbolista con perfil propio. Solo tiene el presente para hacerlo. 

Dembélé es la apuesta de futuro. Es un niño, sometido por el precio desorbitado a una presión para hombres. Un jugador que se ha presentado en el vestuario con una remarcable hambre de éxitos, aunque intimidado inicialmente más por las dimensiones de la entidad azulgrana y las gigantescas figuras ahora a su vera que por el cheque firmado a cuenta de su traspaso.

Las estrellas del equipo habían empezado a apadrinarle y guiarle por la jungla azulgrana. La adaptación iba bien, sin prisas, aprendiendo de las clases particulares y colectivas con un entrenador con mano exquisita para los jóvenes. Esta larga lesión es, pues, sumamente desgraciada. Para la junta, claro, que ve postrada a su megalómana inversión; para el equipo, que reduce sus opciones de desequilibrio ofensivo, pero sobre todo para el jugador, que pierde tiempo. Ahora se ve sometido a una dura prueba, pero también a una oportunidad para crecer y fortalecerse. Necesitará de hombres como Paulinho a su lado.