DOS MIRADAS

No pasarán

El fascismo se hace fuerte cuando el poder se corrompe, pero que no nos subestimen

saffiyah khan

saffiyah khan / periodico

EMMA RIVEROLA

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Cuatro días después de que Saffiyah Khan plantara cara con una sonrisa a un grupo de radicales de la extrema derecha británica, escribió un mensaje de agradecimiento en Instagram. En él se declaraba abrumada por las muestras de apoyo y animaba a dejar claro que los ultras no son bien recibidos en las calles. Curiosamente, esta mujer británica afincada en Birmingham, musulmana, con lazos familiares en Bosnia y en Afganistán, firmó con un español (y en mayúsculas) NO PASARÁN su mensaje redactado en inglés. 

El lema que Dolores Ibárruri blandió contra el avance de las tropas franquistas en el asedio de Madrid, el mismo que fue coreado en la revolución sandinista en Nicaragua, sigue aún vivo. No importa que haya perdido mil batallas. Tanto da que el lema esté algo deshilachado por el mal uso. Hoy hay motivo para volver a gritarlo. Para corearlo y buscar en él la fuerza y el ánimo suficientes para plantar cara a un fascismo que se despereza. 

Contra las injusticias

Porque el mal vuelve a estar entre nosotros. Un mal que susurra a los ciudadanos que se sienten burlados, abandonados por una política que se olvidó de protegerles, que no supo combatir la desigualdad ni apuntalar un discurso ético frente a las injusticias. El fascismo se hace fuerte cuando el poder se corrompe. Pero que no nos subestimen. Aún hay ánimo para entonar el NO PASARÁN. Y regalar una sonrisa.