Dos miradas

Parasitismo

A medida que avanza el calendario hacia el 1-0, las presiones se acrecientan sobre los 'comuns'

Ada Colau y Xavier Domènech.

Ada Colau y Xavier Domènech. / XAVIER GONZÁLEZ

EMMA RIVEROLA

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Te odio, pero te quiero. O más bien te necesito. Así se podría resumir la mirada de los partidos independentistas hacia los comuns. Más que nunca, el partido de Colau Domènech resulta decisivo para sus planes. Si el 1-O hay urnas, es evidente que será un baño a favor del 'sí'. Todos los ciudadanos que acompañan a los partidos del Govern acudirán a votar. Pero no está tan clara la participación de los que se declaran a favor de un referéndum legal, con garantías democráticas. Difícilmente acudirán los que creen que las relaciones entre Catalunya y España deben cambiar sin romperse, su opción no está reflejada. Y que nadie espere a los convencidos del inmovilismo.

Por tanto, el 'sí' ganará de calle. Pero los organizadores saben que ese triunfo se parece demasiado a una fiesta entre amigos. Necesitan el 'no' y la abstención. Lo justo para dar credibilidad al resultado. Para que estos pierdan y el 'sí' brille con más esplendor.

A medida que avanza el calendario, las presiones se acrecientan sobre los 'comuns' y crecen las disensiones internas. EL PSC tiene un máster en la materia. Cuando rompió su coherencia, cuando las voces discrepantes desdibujaron la propuesta y, por supuesto, cuando defendían en Catalunya una propuesta distinta a la del PSOE, se instalaron en la pérdida. Pero los 'comuns' y Podemos tienen el mismo proyecto para España y Catalunya. No hay necesidad de servir a quienes solo lo quieren parasitar.