Paralelo 38: no pases forastero

No nos ha tranquilizado la entrevista que le acaba de hacerAriadna OltraaAlejandro Cao de Benòs, el catalán más influyente de Corea del Norte (Els matins, TV-3). A pesar de haber dicho en un momento dado:«Corea del Norte no disparará primero»,enseguida añadió:«Pero si Estados Unidos pasa la línea del paralelo 38 puede llegar la guerra total y completa. Destruiremos las bases norteamericanas de Guam, Hawái y Okinawa, además de las de Corea del Sur».Hombre, este periódico tiene excelentes analistas que les iluminan a diario acerca de la extrema tensión -amenazas de guerra nuclear incluidas-que el régimen deKim Jong-Unestá provocando últimamente. Pero desde un punto de vista televisivo es resaltable la figura deCao de Benòs. Hijo de Vespella de Gaià, se ha transformado en un elemento clave en las labores deagit-propde Corea del Norte. Creo que fueSergi Vicente, el corresponsal de TV-3 en Asia, el primero que nos lo descubrió en la tele, en un30 minuts de octubre del 2008. Y un año después fueMiquel Calçada, en uno de susAffers exteriors(octubre 2009), el que nos lo aproximó del todo visitándole en Pionyang. Resultó un viaje tremendo. Hace un par de semanas, en el programa de mi hermano gemelo de BTV,Telemonegal,Calçadaevocó precisamente aquellos días coreanos. Recordó queCao fue un anfitrión amable y simpático, pero que estaba al servicio de una atmósfera de control férreo. No podían pasear, ni ir de compras, ni visitar nada en absoluto, si el recorrido no era aprobado previamente. Y que internet estaba rigurosamente prohibido,«porque contamina al pueblo». Yo también recuerdo, como espectador, aquelAffers exteriors-aquí se lo conté-, en que unCalçadaatónito circulaba junto a unAlejandro Caovestido con una indumentaria que parecía un general de división, y ante el que se cuadraban los soldados con saludo marcial y respetuoso. El único momento divertido que recuerdo fue cuandoCalçadafue presentado a un alto cargo del gobierno, y tuvo que improvisar un regalo, un presente, para quedar bien, y lo único que tenía a mano era un bolígrafo de TV-3. ¡Ahh!

Lo más sorprendente de este singular catalán de Vespella de Gaià es que ostentando el cargo oficial de Delegado Especial del Comité de Relaciones Culturales, esté ahora mismo hablando exclusivamente de cabezas nucleares y bases militares. Debe ser la cultura de la guerra.