La paradoja de la izquierda no independentista catalana

lluis-rabell-grupo-parlamentario-catalunya-que-pot-1447948316572

lluis-rabell-grupo-parlamentario-catalunya-que-pot-1447948316572 / periodico

JOSÉ RODRÍGUEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En esta última semana el Tribunal Constitucional ha suspendido dos leyes catalanas, la ley antifraking y la del impuesto a las nucleares, esta última había permitido recaudar 48M€ al gobierno catalán. Además el gobierno en funciones de Mariano Rajoy ha anunciado recurrir al Constitucional la ley 24/2015 de pobreza energética del Parlamento de Catalunya, cuyo decreto ya fue suspendido por el TC.

La ley de pobreza energética era la herramienta con la que algunos ayuntamientos gobernados por la izquierda, como el de Barcelona, iban a utilizar para rescatar personas. El gobierno de la Generalitat ha anunciado su desobediencia a la suspensión y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha realizado varias caceloradas en todo el estado protestando para que esta ley no sea recortada por el TC.

Estas son solo 3 ejemplos de las más de 20 leyes catalanas que el Tribunal Constitucional ha suspendido. La mayor parte de estas son leyes de carácter social y que permiten a la Generalitat dotarse de recursos para poder realizar políticas de gasto público.

Junts pel Sí (una coalición de centro derecha e izquierda) ha anunciado la desobediencia al Tribunal Constitucional y que tirará adelante varias de estas leyes. La izquierda no independentista catalana, y quiero poner el foco en Catalunya Sí Que Es Pot, no parece querer acompañar al gobierno catalán en esta desobediencia.

La coalición de izquierda postcapitalista de CSQEP se enfrenta a una paradoja. O bien apoya al gobierno catalán en la desobediencia para poder aplicar políticas que encajan en su programa (rescate de personas, lucha contra la pobreza energética, mayor fiscalidad para la energía nuclear, prohibir el fraking o recaudar impuestos a la banca y a las viviendas vacías) o bien renuncia a aplicar su programa por no apoyar al gobierno catalán en estas desobediencias.

La hoja de ruta de la izquierda no independentista, transformar España, ha fracasado por enésima vez. A pesar del excelente resultado en las elecciones del 20D de Podemos, la transformación de España está muy lejos. Las opciones de transformación en España están muy lejos de poder sumar para ningún gobierno y mucho menos iniciar reforma alguna de la Constitución. Además 3 de los 4 grandes partidos españoles (PSOE, C’s, PP) no muestran diferencias a la hora de defender la acción del Tribunal Constitucional y la estrategia de Mariano Rajoy de judicializar la relación entre España y Catalunya.

La izquierda no independentista ya no puede mantenerse entre dos aguas. Se encuentran en la paradoja de tener que optar por la vía unilateral catalana y de la desobediencia a las instituciones españolas o renunciar a cuestiones esenciales de su programa.