«Para 'Juego de Tronos', creé una caca gigante de dragón»

Ya apuntaba maneras de crío. A Clemente Fidel Torres Raya (Pruna, Sevilla, 1978) le habría encantado ser el profesor Franz de Copenhage, el de los grandes inventos de TBO.

-Nací en una comarca olivarera; mi padre tenía olivos y mi madre llevaba una tienda de ultramarinos, y fue allí donde empezó a cuajar el tema de los efectos. Como también forrábamos botones, yo me encargaba de manejar la máquina. Era un manitas.

-Pero se marchó pronto de su pueblo. A los 11 años. Por rollos políticos, a finales de los 80, unos vecinos decían: «Si vendéis a los comunistas, no vendré». Luego, los otros: «Si vienen los de derechas, no entraré».

-Total, que el ultramarinos fue a menos. No entraba nadie. Mi padre tuvo que venderse las tierras y nos fuimos a San Juan de Aznalfarache. Yo flipé en colores porque nunca en mi vida había visto un bloque de pisos. ¡Si la carretera que lleva a mi pueblo se llamaba El Espantasueños!

-Un shock. Sentía mucha curiosidad por todo, solo que echaba mucho de menos a Curro, mi grajo domesticado. Poco antes de que nos marcháramos, se enamoró y se fue.

-Interesante, pero vayamos a lo nuestro. Como me gustaban mucho el teatro y la 'performance', desde los 15 años ya andaba liado en este tipo de cosas. En el instituto, conocí a mi colega 'El Gominas' . Congeniamos. Lo que nosotros deseábamos era ver mundo, evadirnos de la realidad que imponían los padres, la matraca del «niño, estudia».

-Y volaron, como Curro. Nos escapamos de casa y nos instalamos en Sevilla. Con el tiempo, montamos una compañía de teatro: La Buhardilla. Para sobrevivir hice de todo -camarero, pizzero-, mientras estudiaba también escenografía.

-¿Y los efectos especiales? Sobre todo, en Barcelona, adonde llegué en el 2002. Conocí de forma casual a Jordà Ferrer, de Antigua y Barbuda Construcció i Efectes, quien me ofreció trabajo enseguida: construir un cañón para un hombre bala. Hemos hecho juntos infinidad de proyectos, para La Fura, Comediants, Royal de Lux, cine y televisión, carrozas para la cabalgata de Reyes… Ahora también colaboro con Elemento 3FX, en L'Hospitalet.

-¿Lo más extraño que ha fabricado? Para el anuncio que promocionó aquí la serie de 'Juego de Tronos', me tocó inventar la mierda de un dragón, una caca de 150 kilos.

-¿Cómo dice? ¿Con qué? Hicimos pruebas con todo tipo de texturas: puré de patatas, masa de harina tintada, polvo de pvc, tinta acuosa, hielo seco… Encima, tenía que echar humo.

-¿Su producción favorita? 'Exodus: Dioses y reyes', de Ridley Scott. Estuvimos trabajando en el desierto de Tabernas, en Almería, y en Fuerteventura.

-Recuerdo la película, sí. Un equipo de 1.400 personas, 2.000 figurantes para el ejército de Ramsés y animales, burros, mulos, camellos… Coordinar eso a diario era una auténtica locura. Yo estaba en el departamento de armas de época, carros, lanzas y todo eso. El rodaje fue bíblico, con diluvio incluido

-Cuente, por favor. En el Barranco del Búho, en Almería, estábamos filmando la escena de un combate en una llanura, cuando un campesino avisó de que se avecinaba tormenta.

-Y eso que allí apenas llueve. No se equivocó: se formó un torrente y hubo que recurrir a helicópteros para rescatar a la gente, que trepaba por la ladera. Y varios vehículos quedaron atrapados.