Dos miradas

Paquete solidario

JOSEP MARIA FONALLERAS

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Lo de lanzarse encima un cubo lleno de cubitos ya lo encontré bastante triste. No es que se desvirtuara la idea inicial, que consistía en decir «paga o te hielas», sino que todo se convirtió en un festival de señoras y señores que pagaban, o no, a favor de la lucha contra la ELA y que querían salir a toda costa en primera plana para poder decir que, efectivamente, estaban allí, eran alguien y se mojaban la cabeza con agua helada.

Las malas noticias, sin embargo, se multiplican. Hace poco nació otra iniciativa que no recuerdo a qué noble causa apoyaba y que consistía en retratarse inmediatamente después de haberse levantado. Sin maquillaje, con legañas y con el aliento de quien se despierta, aunque, por suerte, el aliento no llegaba a traspasar la imagen. Parece que no ha triunfado porque, más o menos, todo el mundo hacía trampa y muy pocos enseñaban la auténtica cara que tenemos todos al levantarnos.

El último invento es tocarse los huevos. Ya me perdonarán, pero es que se llama así, #FeelingNuts. La cosa va contra el cáncer de testículos y, para que la población tome conciencia de la enfermedad, unos cuantos famosos se tocan la cosa con un afán pedagógico. Bueno, dejémoslo aquí. Si el invento se vuelve viral acabaremos viendo a centenares de machos con la mano en el paquete. Es un desagradable deporte que aquí tiene mucho predicamento y que ahora, encima, por desgracia estética, disfrutará de las ventajas de ser símbolo de una causa justa.