Editorial

Otro paso hacia ninguna parte

Los presupuestos llegan con 15 meses de retraso pero aliviarán de manera tímida los desastres de la crisis

jjubierre37761213 barcelona 21 3 2017 pleno del parlament sobre presupuestos e170321174447

jjubierre37761213 barcelona 21 3 2017 pleno del parlament sobre presupuestos e170321174447 / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El pleno del Parlament dio luz verde ayer a la ley de presupuestos con dos enmiendas contradictorias. Una, presentada por el grupo parlamentario de la CUP, insta al Govern a financiar un referéndum de acuerdo con la legalidad vigente en el momento de la convocatoria. La otra, presentada por Catalunya Sí que es Pot, subordina la organización del referéndum a un pacto con quien tiene las competencias para convocarlo. Junts pel Sí decidió apoyar ambas enmiendas desoyendo así tanto el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries como la advertencia de los servicios jurídicos de la propia Cámara que señalaron la anticonstitucionalidad del texto original de la ley y de la enmienda de los anticapitalistas.

El grupo de Junts pel Sí sigue atrapado en las contradicciones que le permitieron investir a Carles Puigdemont: quieren seguir en el Govern de acuerdo con la legalidad autonómica pero están obligados a evitar cualquier síntoma de flaqueza en la pretensión de desobedecer esa legalidad para lograr los votos de la CUP. Pretenden desobedecer sin dejar los cargos, un propósito cada día más difícil de conseguir.  Ayer lo único que se logró fue aumentar la tensión en el Parlament.

Esta votación tiene al menos dos consecuencias indeseables. La primera es que previsiblemente va a retrasar unos días más la entrada en vigor de los presupuestos. Al menos tres grupos de la Cámara llevarán la ley al Tribunal Constitucional con lo que quedará paralizada hasta que se decida la admisión a trámite del recurso y la subsiguiente suspensión cautelar de los artículos recurridos. En segundo lugar, el llamado proceso catalán sigue enredándose en una madeja judicial de la que difícilmente va a salir nada efectivo ni operativo, ni para los que desean la independencia ni para quienes pretenden impedirla. La desobediencia lleva a la ilegalidad y esta a la inhabilitación. Ese camino permite superar votaciones y fechas límite pero todos saben que es un camino a ninguna parte, tanto para la convivencia en Catalunya como ante los ojos europeos.

Con todo, hay que consignar que finalmente, y tras 15 meses de aplazamientos, la Generalitat contará con unos presupuestos en vigor con los que luchar, de manera aún insuficiente, contra las nefastas consecuencias de la crisis económica y los recortes de sus predecesores.