Mi tía monja ya puede votar Unió Democràtica

Tengo una tía monja. De las Hermanas de la Caridad. Tiene 85 años y vive en los Hogares Mundet. Acabo de volver de visitarla y hemos estado comentando las próximas elecciones. Me ha preguntado quién se presenta. Le he explicado que hay una candidatura independentista apadrinada por Convergència Democràtica y ERC. Que hay otra, más de izquierdas, que defiende que se haga un referéndum para que los ciudadanos decidan si Catalunya tiene que ser independiente de España o no. Que los socialistas están, más o menos, allí donde han estado siempre en los últimos años. Que son federalistas. Que hay otros muy de izquierdas, anticapitalistas, que también quieren la independencia aunque, en el fondo, lo que querrían son unos Países Catalanes independientes. Que luego está el PP, que no quiere ni oír hablar de independencia y unos relativamente nuevos, que se llaman Ciudadanos, que se parecen bastante a los del PP.

"¿Y los de Unió?", me ha preguntado.

"¡Ah, sí, estos! Pues, ahora se han separado de los de Convergència Democràtica, porque no ven claro lo de la independencia. Por lo demás, siguen pensando como siempre", le he contestado.

"Pues, ahora los podré volver a votar", ha decidido.

Y es que a ella eso de la independencia la supera. Quizás hay monjas más jóvenes o con otra mentalidad que pueden pasar pantallas y desconectar de España, pero ella vivió muchos años en Madrid y aunque nunca se animó a votar al PP, romper con el resto de compañeras españolas no le parece bien.

"¿Qué vas votar en las elecciones municipales?", le he preguntado.

"No voté. ¡Es que no nos vinieron a buscar!", me ha explicado.

Ya lo saben los de Unió Democràtica. Pueden recuperar votos en algunas residencias religiosas. De todos modos, no sé si les sale a cuenta ir a buscarlos el día de las elecciones.

Conozco poca gente que tenga tías monja como yo.