De La Pedrera a Món Sant Benet

La Fundación Catalunya La Pedrera camina sola gracias a la gestión inteligente del edificio de Gaudí

El edificio de la Pedrera.

El edificio de la Pedrera. / periodico

Xavier Bru de Sala

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Estos días se celebran los diez años de Món Sant Benet, la formidable herencia que la difunta Caixa de Manresa dejó al Bages, las comarcas centrales y al mundo. Al no dejarse engañar los manresanos por la burbuja inmobiliaria, tenían disponibilidad para dibujar un equipamiento singular, de proyección glocal. Món Sant Benet es patrimonio, cultura, religión, historia, investigación bioculinaria, entorno, centro de convenciones y no sé qué me dejo. Pero sobre todo es de los catalanes y no del banco que se quedó con los restos de CatalunyaCaixa. Como La Pedrera.

La maniobra de separar la fundación del banco para regalar este valioso activo a los catalanes, nada sencilla, requería incluso una ley de fundaciones especiales, que el Parlament aprobó con diligencia. A estas alturas, la Fundación Catalunya La Pedrera posee en propiedad el 1,8% del territorio de Catalunya y gestiona un 5% de alto valor paisajístico. Además, desarrolla una labor social admirable y contribuye a la cultura desde La Pedrera, monumento que, sin aquella maniobra de separación, ahora sería propiedad y tal vez sede de un banco, llamado a ser absorbido por otro más lejano.

La Fundación Catalunya La Pedrera camina sola gracias a la gestión inteligente del edificio de Gaudí

¿Cómo se lo montan, de dónde salen los 30 millones de euros al año e presupuesto, si no hay aportaciones de ninguna entidad, bancaria o no bancaria? Pues gracias a dos factores clave, una gestión excelente y el edificio de La Pedrera, explotado con tanta inteligencia, innovación y sensibilidad que no ha sido necesario supeditar el icono al patrocinio de una marca comercial como el Coliseo de Roma. Toda la actividad, incluidos los centros de Planes de Son Món Natura Delta, entre muchos otros, se financia con los ingresos de La Pedrera. Se necesitaban unas cajas para impulsar y sumaron aciertos iniciales extraordinarios. Ahora la fundación camina sola, sin ayudas y sin muletas. Espléndido.