tú y yo somos tres

Olvido, los cuernos y el marido

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es prodigiosa la capacidad, y la habilidad, que tiene Tele 5 para extraer hasta la última gota de las miserias humanas, hasta el último estertor de la indigencia existencial de las criaturas que capta y cobija para que alimenten sus shows televisivos. Por ejemplo, la muy calculada y perfectamente diseñada estrategia de echar a Olvido Hormigos de la ratomaquia GH VIP. Cumplida su misión en la jaula de Guadalix -encabritar a Belén Esteban hasta el paroxismo- convenía sacarla de allí para pasearla por todos los platós de la cadena -toda Tele 5 es en sí misma un reality continuo- y extraer de ella más agonías. La madrugada de ayer, Olvido también pasó por Hable con ellas. Construyeron a su alrededor una comedia con pretensiones terapéuticas: una psicóloga decía que iba a bucear en su interior para dar respuesta a la pregunta «¿Cómo es el alma de Olvido? ».

¡Ahh! El alma. Podría haber sido hasta bonito. Pero no era el alma lo que pretendían. Buscaban otra cosa más prosaica y conocida. Le fueron poniendo vídeos de sus continuos líos sexuales, y también entrevistas que le practicaron en el Deluxe al bendito de su marido, invitado exclusivamente por su condición de cornudo. Decía, sufriendo, el cónyuge -hoy, al parecer, excónyuge- con una resignación desesperada y profunda: «¡Quiero estar con ella, porque la quiero!». Y entonces el programa puso una voz en off que decía: «Y ella... ¡de cama en cama!». ¡Ahh! Son de una delicadeza exquisita. Quizá dirán ustedes que ellos mismos se lo buscan. Que van a los platós porque quieren, aunque les restrieguen por los morros cuernos, mezquindades y desdichas. Es verdad. Pero denle la vuelta al silogismo. Van porque Tele 5 ha creado un mercado. Una demanda continua. Pagan cantidades fabulosas. La tentación es potentísima. Y el hambre..., ¡ahh!, el hambre es terrible.

SORAYA

SORAYA Después del presidente Rajoy, también ha pisado un plató la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría (La noche en 24 horas, TVE-1). Hacía más de dos años que no iba a la tele, lo cual confirma que el PP intenta recuperar la presencia televisiva perdida. La entrevistó Sergio Martín, el mismo que hace poco entrevistó a Pablo Iglesias. Es curioso: con Pablo, que no tiene por ahora responsabilidades de Gobierno ni está en el poder establecido, fue implacable, hasta vitriólico. Con la vicepresidenta Soraya, en cambio, fue masajista, como una sesión en el yacusi. Periodismo al revés, sí.