IDEAS

Macba: ser feroz o no ser

Uno de los apartados de la exposición 'Gelatina dura', que acoge el Macba.

Uno de los apartados de la exposición 'Gelatina dura', que acoge el Macba.

XAVIER BRU DE SALA

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Así como el objetivo de su vecino pero no rival CCCB es abrir interrogantes inquietantes, el objetivo del Macba consiste en incomodar. Así como los responsables de la ópera deben luchar, en buena parte quijotescamente, contra aquella versión del cuento de Monterroso que reza, “Cuando me desperté, el Liceo todavía estaba allí”, los del Macba se deben revolver contra su propio espejo. Así como el MNAC debe idear y renovar relatos de extraordinaria potencia interpretativa para superar el hándicap de la carencia de obras capitales, el Macba se debe abrir paso entre los instalados a golpes de sierra mecánica. La pregunta no es si lo hace o si lo hacía, porque la respuesta positiva es evidente desde que Manolo Borja-Villel Manolo Borja-Villel lo incorporó al carril de la inquietud social. La pregunta es si lo hace para la tribu o pasa el Rubicón.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El objetivo del museo\u00a0","text":"que dirige Ferran Barenblit debe consistir en incomodar"}}Bartomeu Marí censuró 'La Bestia y el Soberano' porque traspasaba el círculo de los predispuestos a restregarse felinamente en la disidencia para volver a casa autoreconfortados. Renunciar al escándalo equivale a convertir el museo en una gallina de corral que depone sus huevos a cambio de pienso y encima cloquea satisfecha. El Macba será feroz o no será, y debemos entender este no ser como sinónimo de ser anodino. Anodino como los panecillos de colorines de Miralda Miralda que tanta gracia nos hacían en los 70. Anodino como las bodas del Colom barcelonés con la Libertad neoyorquina y otras ocurrencias publicitarias más tardías que ya no hacían ninguna gracia.

Comparad con 'Gelatina dura' y observaréis la diferencia entre la vertiente publicitaria y la 'destroyer', entre las miradas que incomodan y las que resbalan. El día que los artistas reconvertidos en decoradores, y en primer lugar Jaume Plensa, pasen de presionar al Macba a temer ser expuestos en él, es decir desenmascarados, el nuevo director Ferran Barenblit, habrá fijado la función del espacio, esperamos que para un buen rato.