Los retos del 24-M

Un nuevo tiempo para España

En las elecciones nos jugamos quién va a gestionar el giro a la izquierda que pide la mayoría

PEDRO SÁNCHEZ

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En las elecciones del próximo domingo los españoles nos jugamos más de lo que ha sido habitual en otros procesos electorales autonómicos y municipales. Después de cuatro años de gobierno del PP, la mayoría de la población se encuentra frustrada, indignada y desorientada. La perspectiva de otros cuatro años de políticas caracterizadas por la dureza con las personas, la ausencia de sensibilidad social y la falta de horizontes de futuro, resultaría un desastre para la economía española y para las condiciones de vida de millones de españoles.

Si algo ha quedado claro en estos años de dominio absoluto del PP es que su actual núcleo dirigente ha perdido el norte y no tiene un proyecto ilusionante de futuro, capaz de garantizar perspectivas dignas de vida y de trabajo para todos los españoles y las españolas. Cuatro años más de dominio del PP nos llevarían a agravar los problemas y a desaprovechar la recuperación que se está apuntando en la economía europea. Por eso, gran parte de los electores desea un cambio. Así lo indican las encuestas y así lo confirma simplemente el pulso de la calle. Además se quiere un cambio hacia la izquierda tal y como han anticipado las elecciones en Andalucía.

Así pues, en los próximos procesos electorales lo que nos jugamos es cómo se va a gestionar ese giro político que demanda una mayoría que desea gobiernos honestos, con sensibilidad social y con proyectos solventes y creíbles, que sepan sacar provecho de la recuperación económica en términos de bienestar social y empleos dignos. Para ello será necesario introducir reformas en nuestro modelo económico, fiscal, laboral, educativo y político. Será necesario establecer sinergias entre un sector público más eficiente, riguroso y dinámico y un sector privado más comprometido con la mejora de la calidad de vida de las clases medias y trabajadoras, que contribuya a dinamizar el consumo y, por lo tanto, a la evolución positiva de la economía. Pero sobre todo, es necesario tener las ideas claras sobre lo que es preciso hacer y contar con equipos preparados, que tengan experiencia y capacidad de gestión, hay que disponer de apoyos políticos y organizativos bien estructurados, hay que garantizar solvencia personal y disponer de una interlocución con Europa que posibilite llevar a cabo las políticas que necesitamos.

La vista en Europa

Conviene no perder la perspectiva de lo sucedido en Europa, sobre todo a lo largo del último año. El giro en la política económica todavía no tiene el alcance de lo que ha venido reclamando la socialdemocracia pero ha venido a deslegitimar las opciones austericidas que tan al pie de la letra se han seguido en España. Fortalecer políticamente esa posición es una condición imprescindible para que Europa apueste sin vacilaciones por políticas económicas que nos permitan una recuperación sólida y dirigida hacia las mayorías sociales, las grandes perjudicadas de la crisis que estamos padeciendo.

Porque, en definitiva, de esa inmensa mayoría tratan estas elecciones. Lo que deberíamos preguntarnos quienes representamos a los ciudadanos no es por qué el próximo domingo es importante para cada uno de nuestros partidos, sino por qué son importantes para los españoles y las españolas. Por qué son importantes para los 5,5 millones de desempleados de los que Rajoy dice que ya no se habla simplemente porque prefiere no escucharlos; para los dos millones de trabajadores que pese a tener empleo son pobres; para las mujeres que ven como vuelve a aumentar la desigualdad salarial y laboral y a las que el PP ofrece que se queden en casa; para los jóvenes a los que este Gobierno obliga a elegir entre la tarjeta del Inem o el pasaporte. Para todos ellos estas elecciones son una oportunidad para cambiar. Una oportunidad que no debemos desaprovechar. De ahí que nunca antes como ahora, los votantes deban reflexionar sobre quién es el partido que en estos momentos garantiza gobiernos capaces de gestionar de forma positiva los afanes de cambio existentes, con apoyos, garantías, buenas relaciones internacionales y equipos eficaces, sin aventuras, improvisaciones, ni peligros de saltos en el vacío.

En política no valen las respuestas sencillas a problemas complejos, hay que saber gobernar. Ante la envergadura de estas cuestiones, lo que necesitamos son Gobiernos y ayuntamientos para la mayoría que sepan unir voluntades y sumar experiencia. Ese es el bagaje del partido socialista, el partido que más ha hecho por cambiar España y que, una vez más, está dispuesto a asumir ese importante reto que tenemos por delante. Tenemos el equipo, tenemos las propuestas y sabemos cómo convertirlas en hechos. Esperamos contar con el apoyo de los ciudadanos para que estas elecciones abran un nuevo tiempo en España.

Secretario general del PSOE.