Nuevo reparto de cartas para el 27-S

Lo lógico sería que a falta de 74 días para las elecciones, los partidos tuvieran ya definidos programas, listas y estrategias, máxime cuando está de por medio el mes de agosto, hasta ahora considerado inhábil a efectos políticos. Pero el tremendo tira y afloja por la lista única soberanista, ganado por Artur Mas en un último regate de los suyos, ha congelado los preparativos de la pugna del 27-S. Ahora sí. Ahora se han vuelto a repartir las cartas para la partida final y cada uno sabe ya el juego que lleva. Veamos.

1. Convergència se ha salvado con esta maniobra de otro fuerte retroceso electoral. Mas se asegura el apoyo de ERC para seguir en la presidencia y, seguramente, un mejor resultado para el independentismo, sobre todo, medido en escaños del nuevo Parlament.

2. Esquerra abandona el sueño del sorpasso para ponerse con armas y bagajes al servicio del president. A la banda izquierda de su electorado no le gustará votar una lista en la que va el president de los recortes y del partido de los Pujol. Su punto a favor es que compromete más a los convergentes en la hoja de ruta independentista.

3. Podem-ICV tiene ya claro que va a competir con la CUP, por la izquierda, y con un candidato independiente en la lista de Mas, Raül Romeva, quien, dada su trayectoria como ecosocialista, puede ser atractivo para los votantes potenciales de una candidatura del sí se puede. Llegan al momento clave con muchas expectativas en las encuestas, pero sin candidato. El tono plebiscitario que adquiere la cita les perjudica. La independencia acaparará el debate.

4. La CUP lo tiene todo a favor. Programa de extrema izquierda e independentismo sin concesiones. Puede quitarle votos a Esquerra.

5. Ciutadans tiene solucionada la cabeza de lista, con Inés Arrimadas, y puede sacar provecho, en clave plebiscitaria, de su inequívoca apuesta españolista.

6. Los socialistas tenían más juego con una lista de CDC y otra de Esquerra. Iceta deberá defender la tercera vía en condiciones poco favorables.

7. El PP puede pagar el 27-S los platos rotos de Rajoy y sufre la amenaza de Ciutadans y la de Unió.

8. Unió es una incógnita. Su puñado de escaños puede ser clave.