LA LUCHA POR LA HEGEMONÍA EN LA IZQUIERDA

Nos vemos en Sol

En su estrategia casi obsesiva por contraprogramar al PSOE, Podemos movilizó a los suyos en el cierre de campaña de las primarias socialistas

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JUANCHO DUMALL

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En su estrategia casi obsesiva por contraprogramar al PSOE, Podemos movilizó a los suyos en la última jornada de campaña de las primarias socialistas. El mensaje era sencillo: mientras ellos (los socialistas) se enredan en un debate de personas mientras permiten gobernar a Rajoy, nosotros (los morados) estamos «con la gente» en la Puerta del Sol. O sea, la socialdemocracia caduca frente a la izquierda de verdad, en una de esas dicotomías simplistas a las que tanto recurre Pablo Iglesias.

La sombra de Podemos ha planeado sobre todo el proceso de primarias del PSOE. Nada más darse el pistoletazo de salida para la carrera entre Díaz, Sánchez y López, Iglesias anunció por sorpresa la presentación de una moción de censura. Era evidente que la propuesta era puramente propagandística o, como mucho, de desgaste, pues no existía ni la más remota posibilidad de que prosperara, fuera quien fuera el candidato alternativo a Rajoy. La operación, sin embargo, permitió a Podemos mantener la iniciativa política en plena resaca de su congreso (Vistalegre 2) y buscar contradicciones entre sus adversarios socialistas. 

DESAFÍO A SUSANA DÍAZ

El PSOE orilló esta vez la trampa para elefantes. Los aspirantes a la secretaría general reaccionaron de forma parecida y, entre el desprecio y la irritación, descartaron tomarse en serio la moción podemista. Ahora bien, las relaciones con el partido morado han estado presentes en la batalla socialista. Susana Díaz ha encarnado la vieja posición socialista de no acomplejarse ante quien se presenta a su izquierda del espectro político. Sánchez ha sido más sutil. Desde que se confesara con Jordi Évole tras su accidentado abandono de la dirección del partido, mostró su disposición «a mirar de tú a tú y trabajar codo con codo con Podemos». Luego ha tenido que matizar.

La manifestación de Podemos en Sol ha sido, por eso tanto un desafío a Susana Díaz, considerada la genuina representante del 'establishment' socialista en decadencia, y un recordatorio a Pedro Sánchez de que si un día quiere aspirar a gobernar tendrá que ser con la gente que ha tomado el centro de Madrid.