Al contrataque

No hay paz política

No hay paz política

No hay paz política / JOAN CORTADELLAS

XAVIER SARDÀ

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Imagino que ya nunca hay acuerdo entre nadie. Imagino la sucesión infinita de elecciones que nunca culminan en legislatura. Siempre la interinidad, lo evental y lo suplente. Siempre mañana y nunca mañaneando. Instalados a perpetuidad en la propaganda electoral y la pura difusión de musculatura política.

Imagino el castigo divino: la aritmética se convierte en enemiga eterna del acuerdo. Como en una neoplaga de Egipto, el cálculo imposibilita el compromiso y el voto de investidura y andamos así marmoteando hasta el aeternal requiem.

No sé qué pasará hoy con los CUP-Noel, pero lo cierto es que hemos vivido unos días con la posibilidad de repetir las dos últimas elecciones. Primero preocupa, pero a la que se acostumbra uno no es tan horrible. Miren lo silencioso que ha estado Mas en su longeva transitoriedad… No ha hecho nada mal: el procés ha quedado en puntos suspensivos, Convergència no existe, ha perdido las elecciones del otro día… y como si nada fuese con él. Como un president con permiso de paternidad. Un figurante comparsa del maldito guarismo, pero al mismo tiempo sedado por la inacción. Si hoy hay acuerdo, igual los cuperos le dan un disgusto.

Si se repitiesen las elecciones a perpetuidad, la cosa tendría un coste, pero es lo cierto también que nos ahorraríamos los salarios de diputados y senadores. Solo cobrarían los de la diputación permanente y eso. Nada, cuatro chavos. A lo mejor descubriríamos que con tres y el cabo se va tirando, y encima no legislan leyes mordaza ni hojas de ruta, ni leyes laborales ni tal y tal.

Candidatos por sorteo

Las listas podrían incluir por sorteo a los ciudadanos ilusionados en vivir un cierto protagonismo. Total, como nunca se llegaría más allá de ser un inútil candidato condenado al aborto matemático... ¡Qué ilusión ver a tu hijo o a tu madre presentarse a las elecciones! Tres semanas y de nuevo en casa. Sin el acta, pero con anécdotas y fotos en los mercados.

Como ya sabríamos que el acuerdo no es posible, TV-3 no tendría que disimular los batacazos electorales de Mas-Homs, ni algún diario patriótico nos hubiese costado un dineral. Como ya sabríamos que no habría legislatura, La Razón podría hacer portadas sobre meteorología o gastronomía. Quién sabe.

Claro que si lo de repetir ilimitadamente se convirtiese en una maldición también vital, en algunos aspectos lo tendríamos peor: en sexo el doblete sería gatillazo y en fútbol el triplete sería abucheado. Todo tendría que ser reiteración geométrica o no sería. A base de repetir nos sobrarían kilos y nos faltaría nevera...

Perdonen esta digresión de un ciudadano atónito ante el ambiente político del país. Pido disculpas. Año nuevo… ¡no sé qué!