Perlas del papel

Nissan como síntoma de lo que acecha

El pacto sobre el futuro de la factoría barcelonesa causa efectos contradictorios

Nissan como síntoma de lo que acecha_MEDIA_1

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ENRIC SALA

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La economía, en sus casi infinitas expresiones, es omnipresente en la información en estos tiempos de crisis. La prensa de ayer rezumaba asuntos de dinero: la negociación de las pensiones, el récord del precio de la gasolina, el futuro de las cajas de ahorros, el déficit público, la posible implantación de un peaje en las autovías... Y en tres diarios hubo comentarios sobre un tema que ha generado plácemes en lo inmediato pero inquieta por lo que prefigura a no largo plazo: las renuncias de los trabajadores de Nissan en Barcelona (trabajar más y cobrar menos) a cambio de la garantía de 10 años más de empleo.

EnLa Vanguardia,Francesc-Marc Álvaroincide en que nunca se sabrá si la multinacional japonesa«decía lo cierto o iba de farol»cuando amenazaba con conceder a Suráfrica o Marruecos la fabricación de la furgoneta. Por eso ante la duda -«¿quién es el listo que quiere arriesgarse a descubrirlo desde la cola del paro?»- los asalariados catalanes de Nissan optaron por la circunspección.«El que se deja cortar la mano para que no le corten la cabeza -seamos concisos- ni es responsable ni es generoso, simplemente es alguien atrapado entre lo que no sabe y lo que no quiere ni pensar», concluye Álvaro.

Segunda parte del asunto: qué pasará si las cosas le van bien a la compañía automovilística. EnEl Mundo,Cristina Peri Rossilo tiene claro:«Lo que no sabemos es si cuando la nueva camioneta pick upesté fabricada y se venda como churros, la Nissan recompensará el sacrificio de sus obreros. Mejor dicho. Lo sabemos: no. En este sistema, lo único que se socializa son pérdidas». En una línea parecida,Antonio Baños acepta enPúblicola«digna y comprensible»decisión de la plantilla de Nissan pero lamenta«el discurso sindical y de izquierdas que ha hecho suya una de las ideas más perversas del nuevo capitalismo: la competitividad»,para el capital,«la mejor idea desde que se inventó la porra de los antidisturbios».

Palabra de experto: la deJoan Majó enEl Paísdel miércoles: el pacto de Nissan es encomiable, pero es«imparable e irreversible» la deslocalización de las plantas de montaje, que se irán de España«por la misma razón por la que vinieron». ¿Hay alternativas? Potenciar los centros de diseño y fabricación de componentes, dice el exministro. A ver.