¿Ni un grupo en el Congreso?

De izquierda a derecha, Patxi López, Antonio Hernando, Micaela Navarro, Pedro Sánchez, Carme Chacón y César Luena, ayer en el Congreso de los Diputados.

De izquierda a derecha, Patxi López, Antonio Hernando, Micaela Navarro, Pedro Sánchez, Carme Chacón y César Luena, ayer en el Congreso de los Diputados.

Albert Sáez

Albert Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El PSOE ha conseguido dar el primer baño de realidad a Rajoy y este miércoles aúpa a Patxi López a la presidencia de las Cortes. Para ello se ha ganado el apoyo de Ciudadanos -quizás preparando una futura equidistancia para hacer presidente a Rajoy- y el PP se ha sumado para desgastarse lo mínimo.  El pacto alienta la hipótesis de que Pedro Sánchez pueda ser finalmente presidente pactando a dos bandas con Ciudadanos y con Podemos. Pero los de Pablo Iglesias han quedado finalmente fuera del tablero del Congreso porque no han conseguido un salvoconducto reglamentario para multiplicarse en cuatro grupos devolviendo la voz, entre otros, a una parte izquierda catalana a través de En Comú Podem.

Lo trágico es que casi nadie tomó sus decisiones  en función de las altisonantes palabras de la última campaña electoral sino de la pura táctica electoralista. Ciudadanos ha amedrentado al PSOE con el fantasma del separatismo por el simple hecho de dar voz a la pluralidad nacional de España. El reglamento no lo permite. Siempre la ley. ¿Y en qué condiciones se hizo esa ley? Pues con la pólvora de Tejero fresca en el techo del Congreso cuando Alfonso Guerra se vendió los grupos parlamentarios de los socialistas vascos y catalanes. Hasta entonces le habían servido de arietes para triplicar la operación de acoso y derribo a Suárez. Con el gesto se abrió paso a la mayoría absoluta del 82.

Pero más allá de la coyuntura, los azotes del proceso catalán deberían preguntarse: ¿Tan poco tolerante con la diversidad es la hispanidad hegemónica que ni tan siquiera puede soportar que haya grupos parlamentarios territoriales? Un varapalo de este calibre puede cercenar la fuerza de Podemos en Catalunya y acercar el mundo de En Comú Podem a Esquerra y la CUP. ¿Se puede hacer una reforma federal cuando ni tan siquiera es posible reformar un reglamento?