tú y yo somos tres

Música de violines en Vic

FERRAN MONEGAL

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Hermosísimo concierto de violines provenientes de els altres límits. ¡Ahh! Lo ha conseguido Jaume Barberà en Vic (Retrats, El 33). Se ha traído de las Españas a dos criaturas de notable categoría intelectual, el catedrático Ramón Cotarelo y el doctor en Ciencias Políticas Jorge Verstrynge, les ha encaramado al balcón del Ayuntamiento, y allí, con una enorme estelada por bandera, les ha preguntado qué opinan del colosal cacao que se ha montado en España por la consulta que se prepara en Catalunya. ¡Ahh! Ha sido un recital afinadísimo. Los dos virtuosos violines nos han regalado los oídos. Decía Cotarelo, con enérgica convicción, al advertir que de los balcones y ventanas de aquella plaza colgaban senyeres y estelades, pero ni una bandera española: «El pueblo pone y quita las banderas por sentimientos. Por eso es absurdo intentar regular las banderas por ley». Decía Verstrynge, en la misma línea: «Si aquí no hay ninguna bandera española es porque en Madrid, los del poder, se lo han buscado. Es la causa de su ceguera». Continuaba Cotarelo: «El Gobierno de Madrid se escuda en la Constitución para prohibir la consulta en Catalunya». «Una Constitución que, por cierto, fue votada y aprobada con truco» advertía Verstrynge«Exactamente -asentía CotareloAhora ya sabemos todos que el famoso Artículo 2º llegó en un sobre cerrado con el membrete del Estado Mayor del Ejército. Se tuvo que poner por obligación. O se ponía eso o había un golpe de Estado». ¡Ahh! Y en aquel balcón de la plaza mayor de Vic, rodeados de senyeres estelades, los violines provenientes de els altres límits nos ofrecieron un recital muy cariñoso hacia Catalunya, absolutamente en sintonía con el derecho que tienen los pueblos a expresarse ante una consulta. Acabaron los tres en una pastelería, llevándose Cotarelo una mona de Pascua en forma de huevo con estelada adherida, y Verstrynge, una locomotora de chocolate ante la que exclamó «¡Catalunya en marcha!»... O quizá dijo «¡Catalunya se marcha!», que no es exactamente lo mismo.

El ejercicio que ha conseguido Barberà, regalándonos los oídos con estos violines, ha sido virtuoso. Pero esa melodía aquí ya la conocemos bien. Y nos gusta. Donde deberían escucharla, y reemitirla, es precisamente en las sordas plataformas televisivas de els altres límits. Deberían pasar esta velada musical por Tele 5, Antena 3 y TeleMadrid. Una reemisión en cadena. Si hubiera valentía.