El museo de los fracasos

En la ciudad danesa de Helsinborg hay una colección de 60 objetos que demuestran que gracias a grandes fracasos podemos alcanzar grandes éxitos

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JULI CAPELLA

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Acaba de inaugurarse en la ciudad danesa de Helsingborg un pequeño gran museo. El Museo del Fracaso. Estamos acostumbrados a la exhibición de la excelencia, a apreciar tan solo lo mejor. Las vergüenzas y pifias solemos esconderlas y despreciarlas. Pero el investigador Samuel West asegura que el camino de la innovación va aparejado al error. Po eso ha recopilado una colección de 60 objetos que demuestran que gracias a grandes fracasos podemos alcanzar grandes éxitos, basta saber extraer enseñanzas. Por ejemplo, el sistema Beta de vídeo –mejor que el VHS que finalmente se impuso– sucumbió por no atender bien la distribución. La pionera cámara digital de Kodak fracasó porque la empresa siguió empeñada en el negocio de imprimir fotos. Las gafas con cámara de Google, que iban a arrasar, cayeron fulminadas cuando algunos locales comenzaron a prohibirlas para proteger la intimidad. Y el prometedor Apple Newton, fracasó por su precio y falta de compatibilidad. Aunque sin duda sirvió de trampolín para el exitoso iPad.

Hay quien se estrella periódicamente, por ejemplo Coca Cola cuando en 1985 presentó la Coke 2, introduciendo un cambio en la fórmula y más recientemente en 2006 con la Black, mezclando cola y café. O Bic cuando intentó lanzar una gama de bolígrafos solo para mujeres. Otros se han pasado de listos convencidos de que una marca notoria aseguraba las ventas, Colgate comercializó una gama de lasaña congelada, que nadie quiso probar. Trump, un habitual del fiasco en muchos de sus negocios, también erró creando un juego de mesa, estilo Monopoly, que lanzó con el eslogan 'He vuelto y tú estás despedido'. Pero mira por donde finalmente llegó a la Casa Blanca.

Ignorar las causas de un error y porfiar en ello puede ser letal. Aun y así este nuevo museo busca para su restaurante el menú de algún chef que haya fracasado. Me temo que en breve tiempo va a formar parte de su propia colección, cuando acabe cerrando. Esperemos que al menos aprendan la lección. El fracaso no atrae.