tú y yo somos tres

Murió sin haber vivido

FERRAN MONEGAL

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Sin menoscabo de la colosal audiencia conseguida, el final de El Príncipe (T-5) se ha resuelto a base de una heterodoxia argumental: todo el último capítulo tiene por protagonista al joven Abdessalam (apodado Abdu), el hermano yihadista de Fátima y de Faruq, y resulta que es un muchacho absolutamente desconocido. Le matan, y muere un extraño para los seguidores de El Príncipe. No nos lo habían presentado nunca. Es verdad que la existencia de esta criatura, este hermano menor de los Ben Barek, se arrastra desde el comienzo de la serie. Hablan de él, le busca la familia, sufren todos porque no saben cuál es su paradero..., pero es un personaje invisible. No explican cómo fue captado por la célula terrorista islámica, ni cómo se ha producido su transformación, ni por qué abraza el fundamentalismo. No le hemos visto prácticamente nunca a lo largo de todos los capítulos de esta primera temporada. Solo ha aparecido al final, como gran protagonista y, a la vez, gran desconocido. O sea, que el papel de este actor que le interpreta, que se llama Samy Khalil -hijo de madre asturiana y padre palestino- ha sido misterioso e incorpóreo. Podríamos decir que muere sin haber vivido. Toda la trama argumental que le han hurtado los guionistas se la han llevado los dos grandes artistas de El PríncipeJose Coronado y Álex González, seguidos de la pintoresca Hiba Abouk, actriz a la que el enorme papel que le han concedido ya hemos visto que le venía enormemente grande. O sea que la continuación que preparan va a tener que seguir cimentándose en los inspectores Fran y Morey, también en Faruq y, sobre todo, en la enigmática personalidad de Khaled (Stany Coppet), que resulta que es el verdadero malo de esta película.

EL CEREBRO DE LOS 'TRONISTAS'.- Llaman tronistas a esas jóvenes criaturas que Tele 5 va recolectando por las Españas y que se usan como  leña o serrín para ir quemando en la estufa de Mujeres y hombres y viceversaJorge Ponce (En el aire, La Sexta) les ha estudiado y nos ha presentado sus conclusiones. Asegura que los hemisferios del cerebro de un tronista están ocupados por cuatro elementos únicos: gimnasia, selfies, tatuajes y sexo. Y que la palabra reflexionar para ellos significa hacer flexiones. ¡Ahh! Ponce debería analizar también a la jefa de los tronistasEmma García. Su estómago, por ejemplo, debe ser un prodigio: digiere todo lo que le echan.