GEOMETRÍA ELECTORAL

"Los mundos de los 'yuppies'"

El catalanismo se ha venido topando en Madrid con una política basada en el 'hooliganismo'

TONI AIRA

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Aún recuerdo cuando, en respuesta en unas declaraciones de Ada Colau en las que la alcaldesa de Barcelona decía que "desobedeceremos las leyes que nos parezcan injustas", el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, respondió que las leyes, "aunque sean injustas", hay que cumplirlas. Leyes injustas. Curioso. Y esto en boca de todo un señor diputado, legislador, que las prefiere injustas a modificarlas o a hacerlas nuevas (y justas) como es su trabajo. Seguramente no quería decir esto, pero salió de su boca. Este es el nivel y el sentido democrático del personal, y más concretamente de un individuo que esta semana, pocas horas antes de que los representantes de Ciutadans, el PSC, Unió y el propio PP se llenaran la boca con la palabra "diálogo" en un debate, dijo que "pretender que en Catalunya todo se arregla con el diálogo es vivir en el mundo de los 'yuppies'". Pobre diálogo.

Cabe decir que además Hernando, una vez más, dedicó poco cuidado al lenguaje, un hecho grave en la figura de un portavoz. Y no me refiero ahora a cuando dijo, textualmente, aquello de que "Podemos está lleno de caca". Me refiero a sus palabras sobre el diálogo de esta semana. Dice que creer que el debate soberanista se arregla con diálogo es vivir en "el mundo de los 'yuppies'". Y no, señor Hernando, el programa de televisión con que quería hacer uno de sus ilustres gags era 'Los mundos de Yupi' (un infantil de la TVE de finales de los años 80, con protagonista extraterrestre). "El mundo de los 'yuppies'" era, en todo caso, aquellos años, donde triunfaban los ejecutivos agresivos que pasadas las décadas serían referencia de películas como 'American Psycho' (2000) o 'El lobo de Wall Street' (2013). Igual estos son los referentes de un Hernando que, en todo caso, junto con su partido, básicamente lo que hace es reírse del diálogo y del conjunto del personal.

Esta política yerma de ideas, de tan bajo nivel y tan basada en el 'hooliganismo' es con lo que se ha topado tradicionalmente el catalanismo político en Madrid. Y una de las tácticas de los partidarios de la tercera vía para autojustificarse es tratar de nivelar esto con el proceder de los partidos soberanistas. Una falsedad flagrante que las encuestas y los sucesivos resultados electorales (previsiblemente también los del 27-S) demuestran que no cuaja porque no se sustenta en una premisa creíble.

Y así, mientras desde el catalanismo, también en esta campaña, se están haciendo propuestas concretas, la respuesta sigue siendo la cultura del vencer y no convencer. La práctica de la imposición, como pasará hoy con TV-3, cuyos contenidos serán dirigidos durante unas horas por la Junta Electoral Central. De la mano de los que después hablan de "los mundos de los 'yuppies'" y del "pensamiento único", pero no saben qué es eso y, lo peor de todo, tampoco saben que es precisamente ahí donde viven.