Pequeño observatorio // Josep Maria Espinàs

El mundo animal progresa

Josep Maria Espinàs

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Era previsible. Teniendo en cuenta la progresiva veneración de los animales de compañía, deberíamos haberlo adivinado. Los animales se mueren, igual que las personas. Cuando muere un ser humano, el difunto y la familia cuentan con un tanatorio. Desde ahora, el perro y su familia también lo tendrán.

El primero, que yo sepa. Se ha inaugurado en Lorquí, Murcia. Ya existía una instalación incineradora, pera ahora el servicio se ha completado. Los lectores saben perfectamente qué es un tanatorio: un edificio con varias salas de velatorio para los difuntos hasta que se celebra la ceremonia y el fallecido es trasladado al cementerio. Ahora, pues, ya existen salas de velatorio para los animales de compañía.

Sé perfectamente, por experiencia, que éste es un tema sensible. Hay amantes tan pasionales de los animales que los tratan mejor que a su familia. Y no admiten ningún comentario que pueda ser interpretado como una crítica a la devoción por un gato o un perro. Me arriesgo, pues, a hablar de animales, sabiendo que es mucho más peligroso que hablar de las guerras o los genocidios.

No tengo nada en contra de la incineración ni tampoco contra los animales. La noticia dice que por la incineradora de Lorquí han pasado, en dos años, no solo perros y gatos, sino también pájaros, loros y animales tan voluminosos como un cocodrilo o un león. Yo no me atrevo a considerar un león y un cocodrilo como animales domésticos, pero no sería la primera vez que han sido hallados en domicilios particulares compañías insospechadas.

Pero un tanatorio es otra cosa. Un tanatorio dotado con salas de velatorio. Francamente, me angustia pensar que habrá un ataúd, no sé de qué material ni con qué forma, con un perro o un gato. Y una salita con un par de sofás para que los dueños del animalillo puedan recibir el pésame de presentes y amigos --no del animal difunto, sino de ellos--. ¿Cuánto tiempo durará el velatorio hasta que el gato, el perro o el loro sean incinerados? Hasta ese momento, ¿habrá algún tipo de ceremonia de despedida, como es habitual en el caso de los difuntos humanos?

Construir un tanatorio no es una obra barata, y si se ha hecho significa que hay una cierta clientela. Confieso que esto supera mi capacidad de comprensión. Se ha escrito que la muerte iguala a todo el mundo. Mueren pobres y ricos, sabios e ignorantes... y también perros y gatos. De acuerdo. Pero las visiones que tenemos de la vida son increíblemente diferentes.