Peccata minuta

Monumentos ( I )

he decidido no secundar la idea de la CUP de sustituir nuestra estatua de Colón -de Gaietà Buïgas, que costó un milloncejo del 1888- por la de un crack de la liberación del Nuevo Continente

Dos buses de la línea D-20 coinciden en el paseo de Colón, el pasado martes.

Dos buses de la línea D-20 coinciden en el paseo de Colón, el pasado martes. / periodico

JOAN OLLÉ

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Tras consultarlo largamente con mi almohada, he decidido no secundar la idea de la CUP de sustituir nuestra estatua de Colón -de Gaietà Buïgas, que costó un milloncejo del 1888- por la de un crack -apellídese Bolívar, Guevara, Castro, Chávez o Maduro- de la liberación del Nuevo Continente. No, no creo que la menguante creatividad barcelonesa pueda permitirse el lujo de colocar a 57 metros de altura a un héroe en chándal, desafeitado, con boina o pimplándose prohibitivos habanos: fumar mata. Y, ya puestos a encumbrar a alguien, optaría por Simón del Desierto, estilita de don Luis Buñuel, maño que, en su forzado exilio a las Indias, supo respetar y aprender de los de la otra orilla.

Sé de los desmanes gore que don Cristóbal llegó a perpetrar amparándose en la analfabeta bondad de los nativos, como cortar narices y orejas a quienes se apropiaban indebidamente de su propio maíz, para luego venderles como esclavos, así como desmembrar, por la gracia de Dios, a millares de recién cristianos para así abortar la rebelión de las masas. Cuenta la crónica que Isabel I no cortó orejas ni rabo, pero sí tiró de ellas al navegante, por excederse en sus atribuciones. ¡Viva los Reyes Católicos! Recordemos que, por aquellos siglos, en la Controversia de Valladolid se discutió muy científicamente sobre si los recién descubiertos tenían alma o carecían de ella.

COLÓN O COLOM

Puedo entender que al argumentario de los 'cuperos' les venga como anillo al dedo (de Colón) que Cristóforo pudiese nacer en Génova, nombre de la maldita y madrileña calle de la sede del PP, pero, !ojo, radicales libres!, ya que muy serios detectives -entre ellos Luis Ulloa, historiador peruano y el estadounidense Charles Merrill- apostaron por la eventualidad de que Colón (¿Colom?) fuese catalán, basándose en que sus escritos, en lengua castellana y nunca en italiano, exhiben muchos giros lingüísticos propios del habla de Pompeu Fabra. Si es de aquí, buena persona.

Aplaudo, amigos de la utopía -tierra por descubrir- vuestras muy juguetonas propuestas, pero... ¿cómo podéis renunciar al privilegio de que Catalunya haya sido la comadrona de aquel tercer mundo por el que la izquierda radical de Occidente brinda con 'champagne' ya que allí permanecen intactas las pulsiones revolucionarias que esa misma izquierda prefiere aplaudir desde lejos que vivir día a dia?

Si os ponéis pesados, pediré por instancia a la alcaldesa Colau que, además de mantener a Colón señalando, maleducadamente, con el dedo hacia Mallorca, restaure y vuelva a amarrar junto a la efigie de Salvat-Papasseit la réplica de la carabela 'Santa María', a bordo de la que descubrí, de la mano de mi abuelo, mis primeras Américas, la sola patria de mi infancia.