El 'Salvation Army' de Mas

Mal asunto cuando el sarcasmo, la ironía y el mordiente acaban en instrumento al servicio de un partido, una facción o un político concreto.

Hace unas pocas semanas que mi muy querido y admirado Polònia (TV-3) ha efectuado un giro copernicano. Han transformado su ironía y su sátira en una herramienta a favor de determinados intereses. Su admirable y caústica manera de repartir leña de forma tan plural, tan equitativa y estupenda, se ha distorsionado.

Polònia abraza ahora la defensa de Mas a toda costa. Y en sus sketches dibuja a la CUP como unas ladillas sarnosas, como unos bellacos a los que hasta los buenos camareros les niegan el cruasán porque se niegan a investir a Mas como presidente. O sea, han transformado su humor caústico en presión hacia una zona, y en una especie de salvation army hacia otra.

Esta semana, el mismo camarero que le negó a Baños el cruasán hace siete días, se lo niega también a Mas. Pero en este caso lo hace porque está sin un duro y depende de lo que le vaya dando Rajoy. O sea, afianzan e impulsan el mensaje de que Mas es una víctima. Buscan generar por la vía del humor una gran simpatía hacia él.

También han construido un sketch muy curioso transformando a Mas en el Justino de la Lotería de Navidad. Al final nos presentan a unos beatíficos Baños y Anna Gabriel -esta semana ya no son ladillas- insinuando que le investirán presidente.

¡Ah! El aviso que les lanzan es tremendo: si os portáis bien y dais el sí, os sacaremos muy favorecidos en Polònia. También se ha producido esta semana una didáctica lección: los polacos se han referido, con dibujitos, a las penalidades económicas que sufre Catalunya. Nos han explicado que el Gobierno de Madrid nos roba mucho. Añadieron: «La solución sería tener Hacienda propia, pero el tsunami del Constitucional inunda con sentencias cualquier intento catalán de autofinanciarse».

Estoy de acuerdo con esta lección. Pero es incompleta. No lo han explicado todo. Deberían haber contado que en 1981, cuando Euskadi consiguió su Hacienda, Pujol no la quiso para Catalunya. De ninguna manera. Con Hacienda propia se acababa el discurso «Madrid nos roba», que fue la base de sus 22 años en el poder. La deriva de Polònia entristece. Era un valiente oasis en TV-3. Parece que les han domesticado, alineándoles con el agit prop que practica esta cadena. Espero que se recobren pronto. Y dejen de enseñar el plumero.