Un pollastre entre su novia y su 'ex'

Para celebrar la Navidad Tele 5 ha montado un reality en Panticosa. Lo llaman <i>Sálvame snow week</i>. Es una idea excelente. En el paisaje nevado del Pirineo de Huesca, una selección de criaturas se calientan ellas solas. Es un prodigio de sostenibilidad ambiental. No necesitan calefacción. Se van arreando entre ellas y alcanzan cotas de combustión prodigiosas. La cadena ha utilizado su fondo de carne de cañón y han hecho una selección: Maribel Sanz, la ex de Sergio Dalma; el forzudo y exhibicionista Rafa Mora; Javier Tudela, hijo de Makoke; la pequeña y alegre Chiqui; de nombre Almudena... Pero lo más superlativo es el trío que conforman el presentador Carlos Lozano, su actual pareja, Miriam Saavedra, y su exesposa Mónica Hoyos. ¡Ah! Es novedoso que el árbitro del programa sea a la vez juez y parte en las peleas. Colocado entre su novia y su ex, Lozano hace de gran pollastre de este familiar harén. Como es natural, entre ellas dos hay un mal rollo estupendo. Se sacarían los ojos si pudieran. Para eso las han metido juntas en Panticosa. El otro día Mónica Hoyos agarró un cabreo colosal y se encerró en el váter. No había forma de que saliera. Salía humo del retrete, y no es fumadora. Lozano, con una mano acariciaba a Miriam, su actual amor, y con la otra intentaba descerrajar la cerradura del mingitorio en el que se escondía su ex. ¡Ah! Las estampas navideñas de Tele 5 son hermosas. Quizá consigan que el día 25 broten riachuelos de sangre en la nieve. El rojo sobre fondo blanco es muy navideño, como las granates bolitas de acebo sobre el algodón enharinado del pesebre.

PUTIN ESTÁ CON LA CUP.- Seguimos disfrutando mucho en casa, pero mucho, con las sesiones de los viernes de 8 al día (8TV), cuando Josep Cuní saca Els tres tenors. Esta semana Manuel Milián Mestre nos dio una información tremenda. Dijo: «La estrategia de la CUP es ir al choque radical, hacer un referéndum por su cuenta, y esperar que alguien lo reconozca. ¡Y ese alguien será Vladimir Putin, que está buscando las contradicciones de Europa, para dinamitarla, y Catalunya es una contradicción!». Y añadió: «¡Putin sigue el pensamiento clásico de la KGB!». ¡Ahh! Cuní, sobrecogido totalmente, preguntó entonces: «¿Tendremos que ir a hacer este programa al Kremlin?». Yo le aconsejo a mi querido y admirado Josep que se cambie el nombre a partir de ahora. Póngase Iosef Kunin, por si las moscas.