Momento de concretar

¿Tenía sentido, tras el acuerdo del miércoles con ERC y tras las respectivas ruedas de prensa, la entrevista al presidente Artur Mas en TV3? No, pero el caso es que había sido agendada con la perspectiva de un desacuerdo. ¿Y tenía sentido que los representantes de las entidades soberanistas asistieran a la cumbre de palacio con sus respectivos equipos y Oriol Junqueras lo hiciera en un principio solo? No, pero el caso es que, si no había acuerdo, la idea era que el líder republicano compareciera en la sede de ERC, en la calle de Calabria, donde le esperaban entre otros el núcleo duro de su equipo, con su director de comunicación, Sergi Sol, y su jefe de gabinete, Lluís Juncà. Finalmente, Juncà llamó a palau y a media reunión ambos se desplazaron a la plaza de Sant Jaume. El acuerdo ya era la hipótesis más plausible, aunque ni CiU ni ERC confiaban demasiado en él antes de la tarde del miércoles.

Y del «no será fácil» hemos pasado al «no será nada fácil». Pero para Convergència se ha acabado la etapa de la duda hamletiana del ser o no ser. Asumen que el miércoles se dio el disparo de salida de la campaña electoral y que «ahora toca ponerse las pilas a mil, sobre todo comunicativamente». Pensando en un no acuerdo, el jueves en TV3 Mas tenía pensado comunicar su hoja de ruta alternativa. Una vez llegado el acuerdo, ahora el resto tendremos que estar atentos a novedades, esta próxima semana. «Veremos cosas», dice uno de los hombres del presidente. Quieren generar «debate público». Buscan poner sobre la mesa «el debate usurpado sobre el modelo de estado», concretando  planes que justifiquen «para qué queremos y por qué conviene  la independencia». Datos. Concreciones.

Estado de ánimo / Y así buscarán movilizar el electorado soberanista, contagiar un nuevo estado de ánimo que impulse, practicando con el ejemplo. Porque impresiones aparte sobre la felicidad o no de Mas y de Junqueras esta semana con el acuerdo, la tecnología da herramientas útiles para captar el estado de ánimo de las respectivas parroquias, por ejemplo en las redes sociales digitales, un entorno que no es fiel reflejo del conjunto de universo de votantes, pero sí de los más activos, elemento clave para el éxito o el fracaso de todo aquel que concurre a unos comicios.

¿Y qué les decía el miércoles y el jueves la herramienta de palau para captar el ánimo de republicanos y convergentes en la red? Pues que el entorno de CiU estaba más contento que el de Esquerra. ¿Pletórico? No, «más contento». Con contención. El acuerdo no fue nada fácil, y ha dejado heridas, pero para asumir lo que ahora vendrá, elecciones incorporadas, en CiU asumen que o reimpulsan el relato y el ánimo, en fondo y forma, o ni ellos ni el proceso remontará.