MOCIÓN DE CENSURA DE PODEMOS

Primer asalto

El debate duró ocho horas, sin comer, con otro turno de réplicas y contrarréplicas entre Iglesias y un Rajoy irónico y al ataque

Pablo Iglesias, durante el debate de la moción de censura.

Pablo Iglesias, durante el debate de la moción de censura. / periodico

CARMEN JUAN

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La moción de censura no va a prosperar, pero esta siendo muy entretenida. Al menos ha superado las expectativas creadas, que eran bastante pobres. <strong>Podemos</strong> presentó la moción antes de que el PSOE reeligiera a Pedro Sánchez, Ana Pastor escogió un martes 13, lo que mereció halagos a su sentido del humor, y Rajoy había proclamado que él nunca replica a nadie. La sesión empezó pronto, con la intención de que acabara cuanto antes. 

La abrió <strong>Irene Montero</strong>, saludada desde Twitter y la bancada popular con las típicas bromitas machistas por su relación con Pablo Iglesias, pero la portavoz de Podemos, con temple y solvencia, les agrió la fiesta. En dos horas y seis minutos, Montero describió el funcionamiento de un partido corrupto que ha puesto patas arriba las instituciones del Estado. "¡El partido de lo serio y lo sensato! –repetía Montero– ¡Qué vergüenza!" –insistía mientras pasaba la lista de casos. Por sorpresa, el hombre que nunca replica pidió la palabra. 

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El presidente del Gobierno y la portavoz de Podemos estrecharon sus relaciones parlamentarias con varias réplicas y contrarréplicas. "¿Por qué nos han traído ustedes hasta aquí?", se preguntaba Rajoy. "Permítanme que no me apunte a esa juerga", se contradecía mientras seguía replicando.

  ATAQUE POR DEFENSA

A mediodía le tocó a Pablo Iglesias, presentarse como alternativa de Gobierno. Iglesias llegó en modo zen, sosegado y monocorde, desgranando <strong>11 propuestas de regeneración democrática</strong>, alternativas económicas y propuestas territoriales. Y nos dieron las 12 y la una y las dos y las tres…

Pero en lugar de acabar como la canción de Sabina, la moción de censura siguió, sin comer, con otro turno de réplicas y contrarréplicas entre Iglesias y un Rajoy irónico, al ataque, que es como mejor se defiende: "Usted no puede ser presidente de los españoles", "Cuanto más se les conoce, menos se les vota", "No es de fiar". Y respondía Iglesias: "Usted dice que yo no soy de fiar... y me lo dice alguien con muchos amigos en la cárcel". 

Así hasta las 5 de la tarde. Ocho horas que solo son un primer asalto. Les dejo con el resumen que hace el propio Rajoy con una 'marianada' de las suyas: "Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos, mejor. Mejor para mí el suyo beneficio político" (sic).