AL CONTRATAQUE

Mirarse al espejo

Hoy propongo que todos tengamos tan solo una parte de razón y que nadie vote o desvote contra el resto

XAVER SARDÀ

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Hoy  es un día  en el que no quiero tener más que una  pequeña parte de razón. Hoy cedo la mitad de mis criterios sociales o políticos. La mitad o más, lo que se quiera.  Hoy  recuerdo a Salvador Espriu: "Penseu que el mirall de la veritat s'esmicola a l'origen en fragments petitíssims, i cada un dels trossos recull en si mateix una engruna d'autèntica llum". Las personas de buena fe llevan dentro, en efecto, una pizca de auténtica luz. Cada trozo pequeñísimo del espejo roto es un breve fragmento de la verdad.

Hoy es un día para ceder el paso a la opinión ajena . Es un domingo para dejar sentar  las convicciones del otro en el cómodo regazo de nuestro principios. Hoy es  el día de los que votarán una cosa , de los que votarán la otra o de los que no votarán. Esperemos, eso sí, que los que desean depositar su papeleta puedan hacerlo. Hoy también es un día en el que la abstención merece el mismo respeto que se le otorga en unas elecciones generales.

Experiencias y propuestas

Hoy propongo que todos tengamos tan solo una parte de razón  y que nadie vote o desvote contra el resto. Hoy no es día para desbocar cínicas criticas al adversario o al extenuante procés. Hoy es día de intercambiar experiencias  y  avecinar propuestas. Hoy es un día  para la altura de miras y  para dejarnos llevar por una leve amnesia de lo que nos pueda separar políticamente. ¿Cómo se consigue algo así? Pensando en los ciudadanos y no en la clase política . Pensando en los ensueños de los de abajo y no en la  fría adulteración  de los de arriba. Hoy me alegro por  la familia y los amigos  que van a votar  y prescindo de manejos mediáticos y tomboleros del futuro. Hoy tan solo imagino ilusión y verídicos pedacitos del espejo.

Nada de lo que sucede es del todo nuevo ni nada es idéntico a lo sucedido. Escapemos durante un instante  del estresante  presente. Borja de Riquer nos recordaba  hace poco una carta del político conservador Manuel Duran Bas, dirigida  en 1881 a su amigo y también político Francisco Silvela : «Va penetrando en todas las clases sociales de Barcelona la doble idea de que en Madrid se desdeña en general todo lo que no son intereses exclusivos de la Corte y que se tiene mala  voluntad a Catalunya. Y esta doble idea va uniendo a todas las clases sociales. Y hasta aproximando a todos los partidos. Lo cierto es que Madrid y Catalunya no se entienden».

Como vemos, nada nuevo bajo el sol. El texto tiene 133 años y parece escrito hoy mismo. Algunos están hoy por la amputación, otros por la conllevanza de Ortega y los más utópicos por el federalismo  y el futuro  conjunto.

Insisto: este domingo es para que todos nos dediquemos un instante de comprensión. Sobre todo, para que el espejo nos devuelva un imagen de tolerancia y afecto.