Pequeño observatorio

La minifalda y sus momentos en la historia

Alguien dijo que la moda no se disfruta sino que se sufre. Debía de ser un pesimista

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JOSEP MARIA ESPINÀS

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Mientras leía El Punt Avui me he encontrado con un artículo de Maria Josep Jordan que hablaba del ridículo. Yo soy admirador de los escritores que exploran territorios vitales o sociales que no son trascendentes -o no aspiran a serlo-. ¿Puede haber un tema menos importante para debatir que el uso de la minifalda?

No sé si la aparición del frío hará que las chicas renuncien a la falda mini. Alguna fuerza debe tener esta pieza de ropa para haber tenido un éxito tan notable. No creo que la justificación sea estética, porque no todas las mujeres quedan favorecidas enseñando las rodillas y algo de muslo. Solo cuando se tienen pocos años las rodillas son una articulación suave, una agradable cobertura de los huesos, que con el paso del tiempo se endurecen y deforman.

En otra época conocí a la actriz Mònica Randall, una chica que tenía una elegancia natural y que ahora ha dicho a la periodista: «Una mujer debe ser consciente de la edad que tiene, porque se expone a hacer el ridículo». Evidentemente, el aviso también debería ser aplicable a los hombres. Lo que pasa es que la moda es un hecho real extraordinariamente interpretable. E incluso más, porque cualquier moda es juzgada desde diversos puntos de vista. A unos les hace reír, a otros les da pena. Pero ninguna crítica tiene la capacidad de destruirla. Porque la moda no es racional. Su fuerza es la fuerza de las emociones.

Alguien dijo que la moda no se discute: se sufre. Debía ser un pesimista, porque la moda también es una fuente de alegrías, de autosatisfacción. Quizá por eso se hacen muchos sacrificios en el altar de la moda. Me doy cuenta que moda, modista y modesta son tres palabras muy parecidas. Ir a la moda, pues, no es una actitud que signifique orgullo. Las modas llegan y se van. También en literatura, en pintura, en arquitectura. ¿Las modas pasan? De acuerdo, ya vendrá otra. La especie humana es la que más evoluciona.

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