Mil maneras de morir

Me entero gracias al CAC (Consell de l'Audiovisual Català) de queMil maneras de morir,uno de mis programas favoritos del absurdo canal Xplora, se emite también en horario infantil (yo siempre lo pillo de noche), lo cual es, al parecer, inaceptable. Tan inaceptable como queSálvamepueda ser visto por los niños, dada la hora a la que se emite. Ambos programas han sido captados por el radar del CAC y puestos en cuarentena, pero yo creo que no se pueden meter en el mismo saco.Sálvame, sin duda, es una influencia perniciosa -aunque a veces divertida- para pequeños y grandes, pues fomenta el chismorreo, la maledicencia, la zafiedad y el analfabetismo, peroMil maneras de morirno es más que un inocuo entretenimiento familiar que no puede hacer ningún daño a los menores de la casa.

Para empezar, todos los que la diñan enMil maneras de morirse lo merecen: es imposible encontrar en la tele otra galería semejante de seres idiotas, malvados y ruines. Para continuar, el tono del espacio es jocoso y caricaturesco. Y para terminar -como sabemos por experiencia todos los que nos hemos caído por una escalera, cosechando la hilaridad del hijo de 8 años de nuestra novia-, los niños no distinguen la realidad de los dibujos animados: el enano que se moría de risa en el rellano me veía como al Coyote de las aventuras del Correcaminos.

Evidentemente, con estas líneas no pretendo animar a nuestros canales de televisión para que emitan en horario infantil las películas de las sagasSaw oHostel.Solo aspiro a que el benéfico CAC preste más atención a las cosas realmente dañinas, que también suelen serlo para los adultos. Sin ir más lejos, ¿dónde estaba el CAC aquella noche en que TV-3 emitió -¡seguidos!- un programa sobreJordi Pujol y otro sobreLluís Llach? Otrosí: ¿le parece bien al CAC que el profesorGonzalo Bernardosesté en todas las tertulias (yo ya sueño con él)? ¿Nada que decir del tupé deBernat Dedéu? ¿O del pelo pringoso del apocalípticoNiño Becerra? ¿O de las gafas deÒscar Dalmau, por lo menos?