Por los altos andamios de las flores

Miguel Hernández, en abril de 1936, rindiendo homenaje a Ramón Sijé.

Miguel Hernández, en abril de 1936, rindiendo homenaje a Ramón Sijé. / FUNDACION CULTURAL MIGUEL HERNANDEZ

JUANCHO DUMALL

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Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte, escribía el martes un artículo en el diario 'El Mundo' en el que glosaba la figura del poeta Miguel Hernández, en el 75º aniversario de su muerte. Tras señalar que "un cierto halo de descuido ha rodeado durante algún tiempo a la figura del oriolano en el conjunto de la poesía española", afirmaba el ministro y portavoz del Gobierno que "es obligación de las instituciones (...) aprovechar este aniversario para difundir su obra y profundizar en ella para que (...) ocupe el lugar que se merece en la historia de la literatura española".

Encomiable deseo del ministro. Pero en su artículo se echa de menos un recordatorio de las circunstancias terribles en las que murió el poeta. Comido por la tuberculosis y preso en una cárcel franquista, tras haberle sido conmutada la pena de muerte dictada por un tribunal militar en 1940 por la de 30 años de reclusión. ¿El delito? Haber combatido con su poesía en el bando republicano defendiendo la legalidad democrática, ser miembro del Partido Comunista y haber sido comisario político en el frente.

Sin embargo, el Tribunal Supremo, en el 2010, y el Tribunal Constitucional, en el 2013, rechazaron la solicitud de la familia del poeta de declarar nulo aquel proceso y la sentencia de pena capital. Esto dio origen a un recurso ante el Comité de Derechos Humanos, Civiles y Políticos de las Naciones Unidas.

LA CONTRADICCIÓN

No deja de ser una contradicción que mientras un representante del Gobierno pone de relieve, muy merecidamente, la altura literaria del autor de 'Vientos del pueblo', no haya el más mínimo gesto de restitución en el plano civil. ¿Cree el Gobierno del PP, que nunca ha condenado el franquismo, que la condena a muerte a Miguel Hernández fue justa? ¿Hará algo para que la justicia española enmiende una sentencia vergonzosa?

El mejor homenaje a Hernández es que su obra sea difundida y explicada. Pero debe partirse de la premisa de que buena parte de la poesía hernandiana no puede entenderse fuera del contexto de la guerra, la injusticia, el hambre y la barbarie, como debe de saber el ministro de Cultura.