Mierda de mundo enfermo

Joan Guirado

Joan Guirado

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Este miércoles hizo justo cuatro años de los atentados terribles de UtoyaAnders Behring, un empresario de 32 años simpatizante de la ultra-derecha, de ideología nacionalista contrario al 'multiculturalismo', 'pro-israelí', 'islamófobo' y admirador del movimiento político estadounidense del Tea Party, abría fuego indiscriminadamente contra decenas de jóvenes del Partido Laborista noruego que celebraban su escuela de verano en esta isla del norte del país. El asesino confeso y fascista aseguraba sin pudor que los crímenes que perpetró eran "necesarios". A él, que no le gustaba la 'multiculturalidad', no le importaba tampoco la vida de todos aquellos jóvenes comprometidos con su sociedad. Ellos sí, comprometidos con todos los noruegos y ciudadanos del mundo, con ganas de transformar nuestro planeta en un planeta mejor y más justo.

Esta misma semana en Turquía se acontecían unos hechos similares. De nuevo el objetivo era un encuentro de las juventudes  socialistas. Qué triste. Siempre contra los más tolerantes. Una bomba en la ciudad de Suruç ha dejado al menos treinta muertos en un encuentro que tenía como objetivo cruzar la frontera turca con Siria para ayudar a los más necesitados en Kobani, civiles víctimas de un conflicto identitario, reaccionario e innecesario.

No sé cuántas muertes más tendremos que lamentar para darnos cuenta que la nuestra es una sociedad enferma. Una sociedad rabiosa que ataca sin miramientos a niños, jóvenes y viejos. Una sociedad que es capaz de auto destruirse con tal de no ver ganar al adversario. Si a quien piensa diferente a nosotros, en una sociedad democrática, se puede llamar adversario. Mundo enfermo y asqueroso que mata al más indefenso por inseguridad propia. Basta ya. Dejemos a la gente vivir en libertad. En la misma libertad que ha permitido nacer, crecer, vivir y ser unos crueles a los asesinos de Utoya y Suruç.

No dejemos que nos asusten, no van a destruir nuestra democracia. Nadie nos silenciará nunca más con las bombas. Nadie nos disparará otra vez para callarnos.