mi hermosa lavandería

Miedo es la cerradura

dominical 638 seccion coixet

dominical 638 seccion coixet / periodico

ISABEL COIXET

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En los peores momentos de mi vida, me ha salvado la risa. Conseguir reírme de mí, de mis miedos, de mis angustias, manías y problemas. Cuando consigo verle el lado cómico a una situación, incluso las que de entrada me parecen mas trágicas, sé que estoy salvada. Hace bien poco, al ver que el pago del segundo plazo de Hacienda me había dejado la cuenta del banco en números rojos, me sorprendí a mí misma, desencajada, discutiendo en voz alta con el ministro de Hacienda por la calle, es decir, hablando sola a voz en grito como una demente. Al ver mi reflejo en el escaparate de una tienda de zapatos, me paré un momento y confieso que me dio un ataque de risa, pensando en el espectáculo patético que estaba dando a los perplejos transeúntes. Quizá una de las virtudes menos apreciadas en la sociedad, que parece solo valorar lo solemne y lo serio, es la capacidad de reírse de las cosas y de tomárselas menos a la tremenda. Oscar Wilde, para mí, ha sido siempre el ejemplo a seguir. ¿Cómo no admirar al escritor que, antes de morir, fue capaz de hacer un chiste como el de “o se va el papel pintado de la pared o me voy yo”?

En los crispados momentos que vivimos, hacen mucha falta voces que nos ayuden a sobrellevar tanta seriedad, tanta pomposidad y tanta tontería. Y, por fin, acaba de aparecer un libro que consigue verle el lado cómico al sempiterno procés. Hablo de 'El derecho a delirar', del escritor y colaborador de 'El Periódico' Ramón de España. Si el año pasado, con 'El manicomio catalán', consiguió que nos riéramos hasta del atraco a mano armada de Millet al Palau, con su nuevo libro consigue sacarle punta y carcajearse de todos los protagonistas de nuestro peculiar momento histórico, por llamarlo de alguna manera.  El libro de Ramón de España es un salutífero ejercicio de sátira social del que andamos urgentemente necesitados: en Catalunya, en España y hasta en Andorra. Es un dietario del último año que recoge, con una mala uva que pocos en este país saben utilizar con tanta gracia, las idas, venidas, manifiestos y manifestaciones, cánticos, proclamas y  discursos con los que nos vienen obsequiando nuestras figuras públicas.

En cualquier otro lugar del mundo, este hubiera sido un libro que habría encontrado un enorme eco mediático. Aquí y ahora,  una vez más demostrando una miopía total, solo se ha hecho eco de él cierta prensa de derechas, que no sabe ver más allá de sus narices, sin darse cuenta de que los afilados dardos de Ramón de España van para todos: derechas, izquierdas, arriba, abajo, al lado y hasta a sí mismo. Está semiescondido en muchas librerías que, en una extraña muestra de cobardía moral, lo ofrecen solo cuando les preguntan por él. Así que, si se quieren reír un rato y descansar de tanto iluminado que nos lleva al mismo sitio que el barco de Fellini en 'E la nave va', pidan en su librería más próxima 'El derecho a delirar'. Porque, como decían Crosby, Stills, Nash & Young: “Miedo es la cerradura y risa, la llave de tu corazón”.