Al contrataque

Mi mandato

Artur Mas, este martes, durante el debate de investidura en el Parlament.

Artur Mas, este martes, durante el debate de investidura en el Parlament. / periodico

RISTO MEJIDE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Oiga usted, desconéctese usted si le da la gana. Pero no cuente conmigo. Así que por lo que más quiera, deje de hablar de mandato democrático. Haga los gestos y declaraciones unilaterales que usted desee pero hágalos en su casa, no en sede parlamentaria porque entonces los está haciendo también en mi nombre. Mi mandato, que conste, es otro. A tenor de las últimas elecciones, el mismo que el de la mayoría del pueblo catalán. Y como la última vez que lo miré, la democracia era el mandato de la mayoría, déjeme recordarle cuál es nuestro mandato, o bueno, mejor dicho, el mandato de uno más, pero que se siente parte de esa mayoría.

Mi mandato es que dejen de hacer el ridículo. Que dejen de jugar a los estaditos y atiendan los problemas reales de Catalunya que -oh sorpresa- son sospechosamente similares a los del resto de España. Paro. Desigualdad. Recortes. Corrupción.

Una limpieza a fondo

Mi mandato es que limpien su casa, su partido, su 3%, sus 15 sedes embargadas, su fundador y su familia de corruptos -cada vez menos presuntamente-, su tesorero en prisión. Y que lo limpien todo a fondo. Y que hasta que no estén limpios, no se les ocurra ponerse ante los catalanes. Que se les caiga la cara de vergüenza. Son la deshonra de una tierra que no les merece. Ferrusola 'dixit'.

Mi mandato es que acaten la ley. Y que si esta no les gusta, luchen por cambiarla. Y luchar significa negociar, obtener la mayoría en la cámara de representantes legitimada para cambiarla. Igual que yo no puedo montar un referendum en mi coche para decidir a qué velocidad iremos hoy por la autopista, ustedes no pueden saltarse las instituciones que un día juraron o prometieron respetar. Y si no le sale el cambio que quería, no coja un berrinche y empiece a perder los papeles. Que jamás rompa la baraja. Porque si lo hace, lo único que demuestra es que no está capacitado para el cargo. No es competente. A su casa. Y que venga otro.

Una chapuza llamada 'procés'

Por eso mi mandato es que respeten al Tribunal Constitucional. Por muy politizado que nos parezca a todos. Sí, a mí tampoco me gusta que algunos jueces hayan demostrado sus colores de manera tan poco decente. Pero peor que tener un TC de ese modo, créanme, es no tenerlo. O peor aún, que lo monten ustedes.

Y ya puestos, mi mandato va más allá. Mi mandato es que devuelvan el dinero que ha costado esta chapuza llamada procés. Como mínimo nos deben el 52% de ese dinero público que se ha malgastado en teatrillos de broma, en urnas de cartón y en propaganda sectaria enfocada a justificar y justificarse. Y el otro 48% espero que también se lo reclamen por ineficaz.

Sí, ya sé que mi mandato es solo mío y no represento a todo el mundo. Pero usted tampoco lo hace cuando hace lo que hace, y ahí está.