Pequeño observatorio

La mesa torturada de los papeles

JOSEP MARIA ESPINÀS

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No puedo saber si el lector que ahora tiene este diario en las manos es una persona con tendencia a perder cosas. Porque estoy convencido de que hay perdedores y no perdedores, gente que tiene bajo su control los papeles y los objetos que le interesan y gente que a menudo se pasa un buen rato buscando lo que no encuentra.

Hablo de esto porque me he pasado más de una hora buscando una carta que no encontraba. «Pero si la vi el otro día, si la tenía encima de la mesa». Sé perfectamente que el orden es importantísimo, pero al mismo tiempo -al menos en mi caso- es un orden muy frágil. La mesa en la que escribo no es una superficie exclusivista. Acepta todos los papeles, papeles de todo tipo que decido que tengo que tener presentes. Pero el hecho es que se van amontonando y a menudo debo explorar el fajo para encontrar lo que busco. Me digo: «Aquello tiene que estar aquí», pero ya no está.

He llegado a pensar que los papeles se mueven solos, que a veces un papel en el que había apuntado un número de teléfono se ha cansado de esperar que le haga caso y se ha volatilizado. Por eso entiendo perfectamente que se haya extraviado parte del sumario del caso Como era un expediente importante, un juzgado de Madrid ha decidido abrir una investigación. El objetivo es descubrir si ha habido un error, dicen, o un funcionamiento anormal. La pérdida de un sumario es bastante más grave que la pérdida de un papelito en el que yo había anotado un tema para un artículo.

Junto a la mesa tengo una papelera, y admiro su paciencia porque se deja remover y ponerse del revés para que yo pueda comprobar que no tiene lo que busco. A veces me han recriminado que no sea ordenado. Quizá no lo soy lo suficiente, de acuerdo, pero necesito tener a la vista lo que tengo que hacer. Hoy o dentro de diez días. ¿Pero cómo se consigue esto? La única solución posible sería sacar todos los papeles de la mesa y pegarlos en una pared. Pero el problema no son los papeles. El problema soy yo.