Pequeño observatorio

Mesa redonda, difícil digestión

Hay más superposición de palabras en muchos debates televisivos que exposición de ideas

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Conecté el televisor y me encontré con una mesa redonda en la que había cinco o seis personas, además del presentador. Dejando al margen que no había una mesa, ni por supuesto redonda, también se podría hablar de coloquio, es decir, conversación. Pero conversar sugiere la idea de dos o pocas más personas que se van alternando respetuosamente en el uso de la palabra.

No fue así. Cuando alguien empezaba a decir algo, otro de los participantes se ponía a hablar, tapaba lo que quería decir su compañero de mesa y el resultado era que yo escuchaba dos voces superpuestas, cada vez más rotundas, y un tercero que se añadía para dar su opinión. Y todos iban alargando la superposición de palabras. ¿Eran conscientes de que los tres hacían un esfuerzo de imponerse cada vez más inútil?

El responsable del programa tal vez pensaba que era una «conversación muy animada», o no osaba hacer como en las reuniones del Tribunal de las Aguas de Valencia, en las que si no me equivoco dictaban: «Calle usted. Hable usted».

En los debates políticos previos a unas elecciones, el moderador señala el tiempo máximo de intervención de cada candidato. Pero en otro tipo de debates parece que el maratón esté permitido, e incluso se pueda creer que aquella intensa superposición de voces significa un éxito.

En muchos debates hay más superposición de palabras que exposición de ideas. Y el espectador que quizá se sature de aquella continua discusión pública -más bien anárquica- es posible que se sienta atraído por la figura que, en un extremo de la mesa, solo ha hecho una señal con la mano. Con suerte, el presentador se ha fijado y le ha animado a opinar. Habitualmente, este apartado del pim-pam-pum dialéctico, pronuncia con voz tranquila dos o tres frases bien construidas. Y calla después de hacer un punto.

Cuando termina el programa, un okupa televisivo le recrimina que no haya hablado más.