tú y yo somos tres

Merceditas ante Espe&Pablo

FERRAN MONEGAL

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Dos golpes consecutivos acaba de sufrir Merceditas Milá. Primero: Mediaset ha decidido desmantelar y enterrar el programa Diario de... (Cuatro), ese ejercicio que venía realizando Merceditas entre ratomaquia y ratomaquia creyendo que así mantenía el tono muscular periodístico que irremisiblemente ha perdido haciendo de Flautista de Hamelín. Y segundo: la madrugada de ayer, en uno de los últimos Diario de... que quedan por emitir, se fue al País Vasco a entrevistar a víctimas de ETA y también a un exetarra; pero el tremendo azar televisivo hizo que tuviera que competir con un glorioso y sensacional cara a cara -via telefónica- entre Pablo Iglesias y Esperanza Aguirre (La Sexta noche). A la hora de cerrar esta columna no conocemos todavía la audiencia que consiguió Merceditas, pero me temo que frente al casi 16% del programa de La Sexta (récord en su historia), lo de Cuatro debió de ser un mazazo a la baja, terrible.

A priori no era un mal ejercicio el que proponía la Milá. El problema de este viaje al País Vasco ha sido el star-system que le han añadido como envoltura. Merceditas circulando por la redacción como si fuera la vedete. Merceditas plantada delante del exetarra Josean Fernández, y diciéndole: «Siempre me he negado a entrevistar a un etarra. Por principio moral» (en la redacción de Madrid, declamaba ante su equipo: «Siempre he dicho que jamás entrevistaría a un fascista ni a un etarra. ¡Dejádmelo pensar!»). ¡Ahh! Este protagonismo constante de ella, resaltando sus exclusivas con etarras y víctimas, ese cargante autobombo sobre su gran hazaña conseguida («¡Por primera vez ante las cámaras, por primera vez!») ha sido un envoltorio que no ha ayudado en absoluto. Eso es como ir a un restaurante y encontrarte que lo más importante es la camarera y no la comida que sirve.

«REPITA CONMIGO» .- Y en La Sexta nochedoña Espe entró por teléfono y decía: «Pablo, repita conmigo, los etarras son unos asesinos. ¡Vámos don Pablo, repita!». Y Pablo Iglesias contestaba: «Repita conmigo: la trama Gürtel firmó más de 200 contratos con la Comunidad de Madrid cuando yo era la presidenta. Repita». Y así estuvieron, tomándose la lección, más de 20 minutos. ¡Ahh! Lo tremendo fue cuando doña Espe preguntó: «¿Me quiere usted mandar a la guillotina, como hacía Robespierre?». Y Pablo respondió: «Condesa, no deseo ver su cuello de sangre azul en una guillotina». Fue un alivio.