Dos miradas

La mentira

Me fascina la historia de Anne Allen por su capacidad íntima de convertir la ficción en realidad

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Me fascina la historia de esta actriz que se llama Anna Allen. ¿O tal vez deberíamos decir «que se hace llamar Anna Allen»? El hecho es que después de haber falsificado -de la manera más burda, todo hay que decirlo- buena parte de su currículo, ahora nos vemos empujados a pensar que nada de lo que dirá o enseñará a partir de ahora será cierto. Es la gran contradicción de la impostura. Se monta para engañar y luego embadurna incluso la verdad más discreta. La falsaria, a estas alturas, no solo purga los pecados de sus mentiras sino que hipoteca cualquier opción de futuro.

¿De qué manera deberá actuar, desde el momento en que sabemos el engaño, para que nos parezca verosímil cualquiera de las historias que explique a los medios en un futuro? ¿Cómo nos podremos creer que actuará en una humilde producción de la televisión italiana -por ejemplo- si ahora sabemos que trucó la foto con los protagonistas de The Big Bang Theory The Big Bang Theoryy, además, declaró: «Muy prontito me veréis en esta pasada de serie»?

Me fascina la historia de esta chica no por las trampas ni por el afán de aparentar, sino por la capacidad íntima de convertir la ficción en realidad. Con las declaraciones más que con los fotomontajes, ha acabado dando por cierta una versión que ella misma había inventado. Se lo ha creído y lo ha ampliado con delectación y entusiasmo. ¿Cómo se da el paso que te introduce en el mundo de la falsedad como si fuera de verdad el mundo?