Al contrataque

¡Menos soberbia!

Sandra Barneda

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Terminado el tiempo de venta del voto, comienza el tiempo para la política, su jugoso juego de pactos, el reconocimiento de victorias y derrotas y de la autocrítica. Aunque el cuento para los populares se haya terminado, parece que Mariano Rajoy sigue empecinado en negar la mayor, rechazando cambios tan profundos y necesarios como los que los populares necesitan. La causa de su batacazo no ha sido una comunicación poco clara o la escasa cercanía de él y sus barones sino la soberbia del inmovilismo y la crítica ciega a la emergencia de nuevos partidos, espejo de la desazón popular. La comparecencia del lunes de Rajoy fue de todo menos tranquilizadora, y al presidente popular comienzan a crecerle los enanos.

«Espejito, espejito mágico... ¿Soy yo, Mariano Rajoy, el más guapo e indicado para ser el candidato del PP a las generales?». Así lo desea el barón popular más votado, Juan Vicente Herrera. Podría responderle una voz grave y tosca de aires valencianos: «Con la hostia que nos hemos dado, Mariano». Las alianzas de izquierdas pueden gobernar en 15 de las 20 ciudades más pobladas, incluyendo grandes feudos como Madrid, Mallorca o Valencia. Y no serían «gobiernos de perdedores», como García Albiol se apresuró a calificarlos al deducir que no repetirá como alcalde de Badalona, sino alianzas de unidad popular que han emergido por el mal hacer de los grandes.

La desbandada de votos de los socialistas en ciudades como Barcelona o Zaragoza ha sido notable; la autocrítica debe ser seria y no precipitada. Estaría bien empezar por reconocer la derrota y dejarse de despuntes de gloria como el del candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, que patalea en redes sociales con Ahora Madrid sobre un acuerdo tan evidente como claro. La exjueza Manuela Carmena quiere gobernar en solitario, con pactos puntuales, y quiere imponer un nuevo orden. Lo mismo que Ada Colau en Barcelona. Algunos la bautizan como mandona o dicen que su gobierno apunta a inestabilidad. ¿Inestabilidad para quién o quiénes? ¿Acaso no existe otra manera de hacer política y evitar que uno de cada cinco españoles sobreviva con menos de 8.000 euros al año? ¿Acaso no existe otra política para proteger a nuestros jóvenes, potenciar la educación pública y la sanidad universal?

Voto de confianza

No son antisistema ni de extrema izquierda, sino que desean intentar hacer las cosas de otra manera después de comprobar el desastroso camino andado. ¡Menos soberbia y más cambio! Es preciso dar un voto de confianza, es preciso tomar otros caminos y dejar atrás la política del miedo para asumir la derrota de unos y la victoria de otros -sin vítores excesivos ni calificativos que ofenden- para ser capaces de crecer en democracia.